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Álvaro Morata y Alice Campello son, en estos días, los grandes protagonistas del panorama social español e italiano. La pareja comenzaba la semana anunciando que, tras siete años de matrimonio, van a divorciarse. Y con esta ruptura, el futbolista español también finalizará su relación con el ‘Rey de los concesionarios’.
Así es como conocen, en Italia, a Andrea Campello, el padre de Alice. El empresario, que ha amasado una fortuna de cientos de millones gracias al mundo del motor, es una de las personas clave en la vida de la empresaria.
Ella misma ha contado que fue su padre el encargado de explicarle quién era Álvaro Morata cuando el jugador le mandó un mensaje a través de Instagram: “No sabía quién era, se lo pregunté a mi padre y me dijo que me mantuviera lejos de los futbolistas”.
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Andrea Campello y el motor es un binomio que va más allá de su amistad con Valentino Rossi o de su afición por deportes como MotoGP y la Fórmula 1. En 1991 creó Campello Motors, un grupo de concesionarios que opera en el norte de Italia.
Según su web, tienen una facturación de 180 millones de euros y un stock que supera los 1.000 vehículos listos para ser entregados. No es de extrañar teniendo en cuenta que, en 2013, inauguró unas instalaciones de 44.000 metros cuadrados de superficie en Mestre.
Tienen cuatro concesionarios repartidos en tres ciudades: la propia Mestre, Padua y Mirano. Campello Motors se define como el punto de referencia en movilidad sobre dos y cuatro ruedas, ya que vende coches nuevos, de kilómetro cero y usados. También ofrece alquiler de vehículos (de corta o larga duración) y talleres especializados.
En sus concesionarios es posible encontrar modelos de Abarth, Alfa Romeo, Fiat, Fiat Professional, Jeep, Lancia, Kia, SWM y XEV porque es distribuidor oficial de estas marcas en Venecia. En Padua lo es de Lotus, Nissan y XEV.
Andrea Campello y sus problemas con la Agencia Tributaria
En abril de 2023, varios medios italianos se hicieron eco del resultado de la auditoría fiscal que la Agencia Tributaria había iniciado en 2013. Acusaban a Andrea Campello de haber usado una empresa para obtener rebajas fiscales mediante la compra de coches en el extranjero, que luego vendía sin abonar los impuestos correspondientes.
La compañía en cuestión era Lucronomico y suministraba coches a Andrea Campello, pero antes de llegar hasta él pasaban por otras dos empresas. Siempre según la Fiscalía, habría evadido impuestos por valor de 2,9 millones en ese par de pasos. Como se llevaban a cabo en el extranjero, no se podían perseguir en Italia.
Finalmente, fue condenado a una pena de tres años de prisión a la que hay que sumar la prohibición de ejercer cargos públicos.
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