No es la primera vez que la NASA pone en marcha un vehículo para circular por la Luna. El estreno fue con el icónico rover de las misiones Apollo. Más concretamente, fue la misión Apollo 15 la primera en llevar un coche a la Luna, que puso sus cuatro ruedas en su superficie el 31 de julio de 1971.
En todo este tiempo, algunas empresas como General Motors, Nissan o Michelin han desarrollado vehículos o componentes preparados para funcionar en un clima tan hostil como el de la superficie lunar.
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Misión Artemis
Ahora, con la misión Artemis en marcha, a medida que los astronautas exploren la región del Polo Sur de la Luna, podrán ir más lejos y realizar más ciencia que nunca gracias a un nuevo LTV (del inglés lunar terrain vehicle).
Pero en lugar de desarrollar el vehículo, la NASA planea subcontratarlo como un servicio de la industria, a la que ya sondea.
Lara Kearney, gerente del Programa de Actividad Extravehicular y Movilidad Humana en la Superficie en el Centro Espacial Johnson de la NASA ha declarado: “Este borrador es uno de los primeros pasos importantes en este emocionante proyecto que permitirá a los astronautas explorar más lejos que nunca en la Luna”.
Más tecnología
Lo que se busca es ese estilo icónico del rover tripulable que debutó durante las misiones Apollo y que supone una piedra angular en los planes de la NASA para desarrollar una presencia a largo plazo en la superficie del satélite.
Si bien esos vehículos ampliaron significativamente las capacidades de exploración lunar, el nuevo y bautizado como Artemis LTV contará con múltiples actualizaciones y tecnología avanzada.
Debido a que las misiones de Artemis tendrán como objetivo el área lunar del Polo Sur, el nuevo LTV debe poder resistir y operar en condiciones de iluminación muy bajas y a una temperatura extremadamente fría.
Cientos de kilómetros
También se espera que el ya bautizado como Artemis LTV pueda cubrir un rango de cientos de kilómetros por año, lo que permitirá el acceso a diversos lugares que facilitarán los descubrimientos científicos, la prospección de recursos y la exploración.
También será capaz de funcionar a distancia y estará disponible para otros usos comerciales cuando no esté realizando investigaciones y operaciones de la NASA.
Entre sus componentes más especiales e importantes están los neumáticos, desarrollados por Michelin y que tienen una estructura hueca que no emplea aire. Por supuesto, ha de contar con un sistema avanzado de tracción integral, ya que debe lidiar con un terreno polvoriento, rocoso y ondulado, que puede generar muchos problemas de movilidad.
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