Bentley lo adelantó hace unos meses, pero por fin hace oficial la llegada del Continental GT3-R, la variante de serie del GT3 de competición, que se presentará en el Festival de Goodwood y que será el “Bentley más rápido de la historia”.
Argumentos para afirmar tal cosa sobran a la marca. El Continental GT3-R monta un motor 4.0 V8 Biturbo que desarrolla 580 CV a 6.000 rpm y 700 Nm desde las 1.700 vueltas, va a asociado a una caja de cambios automática ZF de ocho relaciones y cuenta con un sistema de tracción integral con Torque Vectoring.
Además, lleva instalado un escape de titanio, calza llantas de aleación ligera de 21 pulgadas y se ha eliminado todo lo innecesario del interior (como los asientos traseros) para aligerar el máximo peso posible. El resultado, 100 kg menos para marcar 2.195 kg en la balanza. Es una cifra un tanto elevada para un coche deportivo, pero aun así se lanza de 0 a 100 km/h en 3,8 segundos y alcanza los 273 km/h. Conscientes de que hay que parar esta mole una vez en marcha, los ingenieros de Bentley le han dotado de unos frenos con discos de 420 mm en el eje delantero y 356 mm detrás.
En cuanto a su imagen, hereda la combinación cromática del modelo de carreras, carrocería en ‘Blanco Glaciar’ combinada con vinilos verdes en los laterales y toques oscuros en la parrilla, los marcos de los faros y las llantas. Rematan el conjunto el splitter delantero de fibra de carbono y el voluminoso alerón trasero.
El habitáculo, que ahora es biplaza aunque hay hueco tras los asientos, está forrado en cuero y Alcantara de color negro con algunas zonas y costuras de contraste en verde, y se aprecian apliques de fibra de carbono tanto en el salpicadero como en los paneles de las puertas.
La marca solo producirá 300 unidades del Continental GT3-R, que ya admiten pedidos aunque no será entregadas hasta finales de año. No han revelado los precios, pero a buen seguro serán prohibitivos
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