Desde las diferentes asociaciones nacionales del sector del automóvil recalcan con unanimidad el envejecimiento del parque móvil español y sus efectos perniciosos para el medioambiente por sus emisiones contaminantes. Lo explica, por ejemplo, Ana Sánchez, directora general de Ganvam, que aglutina a los vendedores de vehículos de todo el país: “Cualquier modelo nuevo cumple escrupulosamente, hoy por hoy, las exigencias medioambientales más estrictas. Por ello es necesario impulsar la renovación del parque, frenar su envejecimiento para mejorar su calidad, ya que los vehículos nuevos contaminan menos que los antiguos”.
Sin embargo, el deseo de los implicado en esta industria y la trascendencia de la actualización de automóviles obsoletos dista mucho de la realidad del mercado español. Así lo confirma una nueva entrega de la ‘VI Radiografía de los Hábitos de Movilidad de los Españoles’, promovida por Alphabet, con datos preocupantes en este sentido. El fundamental es que cuatro de cada diez encuestados afirma que no sustituye su coche antes de los diez años.
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Un porcentaje éste del estudio 2019 (realizado sobre un universo de cinco mil personas de las 17 principales capitales nacionales, con edades a partir de los 18 años) que supone un significativo incremento en relación al 27% del año anterior.
A esta cantidad significativa hay que sumar otro 20% que tan sólo renueva su automóvil cuando lo ha utilizado entre ocho y diez años, llevando hasta un 60% el número de vehículos que circulan sin contar con las últimas tecnologías de reducción de emisiones. Sólo el 5% de los preguntados afirmó cambiar de coche antes de los cuatro años, mientras que el 14% lo hace entre cuatro y siete (un 21% de los encuestados no tuvo una respuesta para la pregunta).
De hecho, el 49% de los españoles sólo se plantea sustituir su vehículo principalmente cuando una avería le obliga a ello. Otra conclusión inquietante es que únicamente el 16% de la población se muestra dispuesta a pensar en un coche más sostenible en el momento de realizar la renovación, con un 9% del total priorizando la compra por un menor consumo de combustible.
Son datos significativos considerando que el estudio de Alphabet concluye que el 82% de los españoles dispone de algún tipo de vehículo: el 80% un automóvil, el 11% una motocicleta y el 2% alguno de otro tipo, como una bicicleta. Y es así porque el 51% de los encuestados considera imprescindible el coche para sus desplazamientos habituales, un porcentaje que se eleva hasta el 66% al dar ese protagonismo a la moto.
En cuanto a las tecnologías preferidas en la actualidad para la sustitución de un coche, son los híbridos los que acaparan la mayor intención de compra (46%), por delante de la gasolina (23%), el gasóleo (15%), los eléctricos (13%) y el gas (2%). Pese a la penetración muy menguada del diésel, el 51% de los encuestados cree que no son más contaminantes que los de gasolina, un convencimiento que, desde luego, no se refleja en las más recientes estadísticas de matriculaciones.
Sobre la implementación de la tecnológica puramente eléctrica, el estudio viene a refrendar las inquietudes ya conocidas entre los usuarios. Aunque cerca de la mitad de los españoles asegura estar dispuesto a pagar hasta 5.000 euros más por comprar un coche eléctrico frente a otro similar con motor de combustión, en la práctica se enfrentan a incertidumbres difíciles de despejar en estos momentos: la red de recarga escasa (72%), el coste de adquisición (64%), la autonomía limitada (63%), los tiempos de recarga (54%) y la oferta reducida de modelos (38%).
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