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En España, el 81% de los vehículos que se presentó a realizar la inspección técnica en 2024 la superó a la primera: así lo muestran los datos publicados por el Ministerio de Industria y Turismo. Una cifra que se ha mantenido estable en los últimos años.
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Le hacen un control y no tenía los papeles al día: lo que hizo esta mujer con su moto dejó a todos con la boca abierta No es así en otros países. En Alemania, el Technischer Überwachungsverein (TÜV) se encarga de garantizar la seguridad técnica en diversos ámbitos: uno de ellos es la inspección de vehículos, el equivalente a la ITV española.
Este organismo ha desvelado que, en el citado país, cada vez es más común que los coches no superen este trámite. Uno de cada cinco vehículos (21,5%) no lo hace debido a defectos significativos o peligrosos, según el último informe.
El dudoso truco de la cinta adhesiva
Para evitarlo, algunos conductores demuestran su ingenio. ¿Cómo? Recurren a determinados métodos para intentar pasar la ITV y evitar que les inmovilicen el coche. Eso sí, estos trucos están fuera de los límites de la legalidad.
Daniyal Bagheri es inspector de TÜV Nord en Wesseling y Brühl. En su cuenta de TikTok ha desvelado una de estas trampas: “A veces la gente intenta tapar el testigo del motor con un trozo de cinta aislante o pintándolo con un rotulador permanente”.
Un método sin fundamento
En el vídeo muestra cómo retira una pequeña tira de cinta aislante negra que un conductor había pegado en el cuadro de instrumentos. El truco no está muy conseguido y con humor comenta: “Si queréis engañar al inspector de la ITV, ¡esforzaos un poco!”.
El trabajador se muestra particularmente sorprendido ante estos conductores que creen que con estos dudosos métodos pueden superar la inspección sin tener en cuenta las pruebas que en ella se realizan: “El siguiente paso consiste en conectar el dispositivo de diagnóstico al vehículo: ahí es cuando todo sale a la luz”.
¿Hay multa?
En España no existe una multa concreta que castigue este tipo de trucos en la ITV: el vehículo no superará con éxito la inspección, obtendrá un resultado desfavorable y el dueño deberá subsanar los errores antes de volver a intentarlo. Para ello, tiene un plazo máximo de dos meses.
El coche sólo podrá circular para desplazarse hasta un taller: si se salta esta condición, podrá ser sancionado con una multa de 200 euros. Si la ITV es negativa, conducir ese vehículo supone una sanción de 500 euros. Y es que en esta circunstancia, únicamente puede abandonar la estación en grúa y deberá moverse de la misma manera para ir al mecánico.
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