La ONU no se fía de momento de los coches autónomos y los quiere lejos de las personas. Más de 50 países, entre ellos los miembros de la Unión Europea, acaban de firmar en la Organización de Naciones Unidas un reglamento que acotará el uso y el funcionamiento de los vehículos que dispongan de sistemas de conducción automática.
Entre otras disposiciones, el reglamento indica que el sistema de conducción autónoma solo podrá activarse en las vías que estén prohibidas a la circulación de peatones y ciclistas. La normativa establece también que en dichas carreteras tendrá que existir una barrera física que separe los dos sentidos de circulación, y además la conducción robotizada no podrá exceder los 60 km/h de velocidad máxima.
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No serán las únicas restricciones a las que deberán someterse los vehículos autónomos. La nueva reglamentación indica que los sistemas ajenos a la conducción (Internet o reproducción de video, por ejemplo) tendrán que desconectarse de forma automática cuando el conductor retome el control del vehículo.
Además será obligatorio que el coche reconozca al conductor y compruebe que esté debidamente sentado en su asiento, con el cinturón de seguridad puesto y en disposición de hacerse con los mandos. Un requerimiento que pasa porque el conductor reclame al vehículo tomar el control y que éste analice mediante cámaras los movimientos de ojos y cabeza para verificar un buen estado de consciencia que permita una conducción segura.
Para terminar de acotar el uso de los vehículos autónomos en las vías públicas, se establece que todos ellos deberán equipar una caja negra, como la de los aviones, para almacenar todos los datos de circulación registrados y que puedan ser posteriormente analizados en caso de necesidad.
Protección contra el pirateo
Otro punto importante de la nueva reglamentación es la normalización de los procedimientos de ciberseguridad para los sistemas de conducción autónoma. Las autoridades han determinado que los fabricantes tendrán que demostrar antes de la comercialización de los vehículos una serie de requisitos para la protección de los datos: la disponibilidad de un sistema válido de gestión de actualización del software, una protección eficaz de su identificación –que garantice la autenticidad–, y un correcto reconocimiento del software por parte del vehículo.
El reglamento sobre los Sistemas Automatizados de Mantenimiento de Trayectoria (ALKS, por sus siglas en inglés) entrará en vigor en 2021 después de ser ratificado en el fórum mundial para la armonización de los reglamentos concernientes a los vehículos, un organismo dependiente que reúne a 53 estados de Europa, Asia y África.
Sin embargo, la comisión ha puntualizado que estas medidas, que parecen a priori tan restrictivas, son “una importante etapa que forma parte de un plan más ambicioso a largo plazo para conseguir un despliegue general de los vehículos autónomos”.
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