Los coches híbridos se están haciendo con una gran parte del pastel de las ventas de automóviles. Muchas son las ventajas respecto a los modelos con motores de combustión (gasolina y diésel) tradicionales. Entre las más destacadas se encuentran la eficiencia, la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y la disminución del ruido y la vibración, lo que ofrece una experiencia de conducción más silenciosa y suave. Además, obtienen la etiqueta ECO de la Dirección General de Tráfico, que les da acceso a las zonas de bajas emisiones.
Un coche híbrido combina un motor de combustión interna (generalmente de gasolina, aunque en algunas marcas también recurren a los diésel) con uno o más propulsores eléctricos. Adicionalmente, el propio sistema gestiona automáticamente la energía entre los dos tipos de motores para optimizar el rendimiento y la eficiencia.
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Coches híbridos o HEV
Hasta hace poco, los coches híbridos se llamaban, sin más, coches híbridos. Ahora, para distinguirlos del resto, se indica en ocasiones la sigla HEV; es lo mismo, pero en inglés: hybrid electric vehicle, es decir, vehículo eléctrico híbrido. También se denominan a veces híbridos autorrecargables o híbridos convencionales, esto es, los de siempre, los pioneros.
De cualquier modo, su sistema de hibridación es más complejo que en los microhíbridos, y el motor eléctrico, más potente. Así, tiene capacidad para mover el coche en trayectos muy cortos, de uno o dos kilómetros, y la batería se recarga por sí sola en las frenadas.
Coche híbrido: ¿cómo funciona?
El motor de combustión interna proporciona potencia al vehículo. Por su parte, el motor eléctrico se alimenta de una batería recargable y puede funcionar de manera independiente o en conjunto con el motor de combustión interna para propulsar el vehículo.
Los híbridos circulan en modo eléctrico puro a velocidades bajas o moderadas durante períodos cortos, lo que ayuda a reducir el consumo de combustible y las emisiones.
Por otra parte, su sistema de gestión de energía controla cuándo entran en acción los propulsores. Así, cambia automáticamente entre los dos motores o utiliza una combinación de ambos para maximizar la eficiencia de combustible y reducir las emisiones.
Además, su sistema de frenado regenerativo ayuda a aumentar la eficiencia del vehículo, ya que aprovecha la energía cinética (que de otro modo se perdería) para recargar la batería eléctrica.
Esto sirve para reducir el consumo hasta un 40% respecto a los modelos de gasolina en uso urbano. Como desventaja, los coches híbridos pesan más, lo que eleva el consumo en los viajes largos. Además, entre las pequeñas desventajas respecto a los modelos de gasolina, también hay que destacar su mayor precio y un mantenimiento y reparaciones más complejo, ya que hay que lidiar con dos tipos de propulsión.
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Entusiasta del motor en toda su magnitud, preferiblemente los V12. Le dijeron que cuatro ruedas eran mejor que dos, por eso se compró otra moto. Claro que también le apasiona cuando van las cuatro juntas. Ha trabajado como creativo publicitario para muchas marcas de coches y motos e hizo la mili en esto de juntar letras en la editorial Luike.