Los radares que pueden detectar los excesos de velocidad en ambas direcciones en las carreteras convencionales han demostrado su eficacia. Así ha sido en un exitoso ensayo en las carreteras de los condados de Devon y Cornualles, en el suroeste de Inglaterra, donde cuatro cámaras inteligentes han captado a miles de conductores en los primeros días de pruebas.
En solo dos semanas, los cuatro nuevos dispositivos instalados emitieron 3.280 sanciones, según informan las autoridades locales. Uno de ellos se activó unas 120 veces al día en ese periodo, y otro detectó a un motorista que circulaba a 118 km/h en una carretera limitada a 48 km/h (30 millas por hora).
El proyecto piloto lo ha impulsado la asociación Vision Zero South West, integrada por las autoridades locales y varias entidades privadas. Los radares están colocados en cuatro carreteras, dos en cada condado, y su eficacia ha llevado a las autoridades británicas a sopesar la instalación en otras regiones de Gran Bretaña.
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Los nuevos dispositivos, ubicados en un poste amarillo y a una altura elevada, pueden detectar a los conductores que circulan a exceso de velocidad en ambos lados de la carretera, y no solo a los del carril izquierdo, por el que se circula en Gran Bretaña.
Radares con luz infrarroja
El sistema se basa en el uso de dos cámaras orientadas en direcciones opuestas para captar vehículos en los dos sentidos de circulación. Estos radares bidireccionales utilizan tecnología infrarroja, por lo que no necesitan el uso de flash cuando se detecta un exceso de velocidad y se dispara la cámara. Además, tampoco requieren líneas pintadas en la carretera, como sí ocurre con las cámaras más antiguas utilizadas en Reino Unido.
“Todas están ubicadas en zonas de 30 mph (48 km/h) y ya dos de ellas han captado a conductores que viajan a más del doble de esa velocidad. Simplemente no es aceptable”, explica Adrian Leisk, jefe de seguridad vial de la policía de Devon y Cornualles y uno de los responsables de Vision Zero South West.
Con un porcentaje similar al de España, una de cada cuatro colisiones mortales en las carreteras del Reino Unido se debe al exceso de velocidad.
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