Cada vez son más los conductores que recurren a plataformas de venta de productos de segunda mano: tanto para sacar rédito a las piezas de su coche como para encontrar aquellas que necesitan. Operaciones que ahora hay que realizar con cuidado, ya que Hacienda sancionará a quienes incumplan la nueva norma.
Todo ha cambiado con la entrada en vigor de la Directiva Europea DAC7 (2021/514). Con ella, plataformas como Wallapop, están obligadas a recopilar, verificar, actualizar y comunicar a Hacienda los datos de algunos vendedores.
Más información
No los de todos, eso sí. La Agencia Tributaria sólo requerirá la información de aquellos usuarios que hayan llevado a cabo más de 30 operaciones en Europa o que hayan obtenido 2.000 euros de beneficios en un año. Según los datos oficiales de Wallapop, representan menos de un 1%.
El objetivo que persiguen con esta normativa es erradicar la economía sumergida, pero también buscan luchar por una mayor equidad tributaria y, de paso, tener un mayor control sobre el mercado de segunda mano.
Las multas por vender en Wallapop
La venta de piezas de segunda mano para vehículos está, por lo tanto, en la diana de Hacienda. La normativa entró en vigor en enero de 2024, pero afecta tanto a las operaciones hechas desde 2023 como a la campaña de la renta de 2023/2024.
Las sanciones para aquellos usuarios que no hayan declarado sus ganancias podrían empezar a llegar a finales de agosto, aunque se espera que la mayoría lo hagan en septiembre. ¿De cuánto serán? En la mayoría de los casos del 50% de lo que se tendría que haber tributado.
Vender coches en Wallapop
¿Qué ocurre con la venta de coches? A aquellos modelos que no superen los 2.000 euros no les afectará la directiva, siempre que el vendedor no supere esa cifra con otras operaciones o que no haga más de 30 movimientos.
Si el monto supera los 2.000 euros, el vendedor deberá declararlo ante Hacienda. Lo mismo sucederá si ha obtenido una ganancia patrimonial, es decir, si ha vendido el coche por un precio superior al que pagó cuando lo adquirió.
Tendrán que incluirse en el apartado de ‘Ganancias y pérdidas patrimoniales derivadas de transmisiones de otros elementos patrimoniales’ y la tributación, que es gradual, irá desde el 19 hasta el 28%.
Sea como sea, en una compraventa de vehículos entre particulares hay otro tributo que no se pueden eludir: el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP), que debe pagar el comprador y que oscila entre el 4% y el 8% del valor total del coche. A esto hay que añadir la transferencia de titularidad: por ella, la Dirección General de Tráfico (DGT) cobra, en 2024, 55,70 euros. Y si la adquisición es a una empresa, hay que sumar el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA).
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, Twitter o Instagram
Desde que aprendió a hablar y escribir, una de sus pasiones siempre fue contar todo lo que pasaba a su alrededor. Hizo las maletas y cambió Zaragoza por Madrid para estudiar Periodismo en la Universidad Complutense. Antes de graduarse, el mundo del motor se cruzó en su camino… y nunca lo ha abandonado.