Más de siete multas por minuto durante 365 días: en 2020, la DGT formuló en las carreteras españolas de su competencia un total de 3.877.297 denuncias. Y dos terceras partes de ella se debieron a excesos de velocidad. El dato, extraído de un informe elaborado por Automovilistas Europeos Asociados (AEA), supone un descenso del 17,25% respecto a 2019, cuando se registraron 4.685.599 sanciones, es decir, casi 12.400 al día.
Este descenso, sin embargo, debe ponerse en contexto y compararse con otros tres datos recabados durante el primer año de la pandemia: según el registro oficial de Tráfico, en 2020 disminuyeron tanto el número de desplazamientos (un 25%) como el número de accidentes y fallecidos (un 21% en ambos casos).
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Más allá de la caída estadística, los motivos de sanción no cambian demasiado respecto a ejercicios anteriores. El informe de AEA señala que el exceso de velocidad es de nuevo el principal protagonista entre las multas de la DGT, ya que aparece en 2.430.056 denuncias, es decir, en el 62,7% de los casos. Por detrás, muy lejos le siguen las infracciones relacionadas con la ITV (por no haberla pasado o ser desfavorable, en total 434.479 casos), el uso del móvil (96.181 denuncias), conducir sin carnet (94.457 multas) y no utilizar el cinturón de seguridad (94.417).
Alcoholemia y drogas
La asociación de conductores también llama la atención sobre el descenso muy significativo de las denuncias por alcoholemia y drogas, con unas caídas del 55,4% y el 48,9%, respectivamente, así como las formuladas a transportistas por no respetar los tiempos de conducción y descanso (-40,%) y los excesos de velocidad captados por radares móviles de la Guardia Civil con detención in situ de los infractores (-44,6%).
Por el contrario, aumentaron las denuncias por excesos de velocidad captados por radares móviles de la Guardia Civil sin detención de los infractores (14,4%), las infracciones por conducción negligente (2,6%) y por no utilizar el casco (17%).
Las multas sospechosas
El informe citado señala como algo “muy sospechoso” un incremento en particular, el del número de denuncias formuladas durante el estado de alarma por la no identificación de un conductor que ha cometido las infracción (un 27,6% más que en 2019), lo que supone “hacer frente al pago duplicado o triplicado del importe de las multas, en lugar de poderlas pagar con descuento del 50%”.
AEA sugiere que este hecho puede tener su explicación “en las dificultades de los servicios de correos para poder notificar fehacientemente las denuncias en los domicilios de los interesados”, así como en la dificultad de los ciudadanos para “presentar escritos con la identificación del conductor en los registros administrativos”, ya que la necesidad de obtener una cita presencial en cualquier organismo oficial “convierte este trámite en un acto heroico y casi imposible de cumplir”.
Castilla y León y Aragón, dos excepciones
Por comunidades autónomas, en 2020 se redujeron las denuncias en todas las autonomías, excepto en Aragón y Castilla y León, que experimentaron incrementos del 25,6% y 23,5%, respectivamente.
En Andalucía se formularon más denuncias que en ningún otro territorio (858.631 sanciones), pero fue en Madrid donde se detectó el mayor número de infracciones en función de red viaria (143 denuncias por kilómetro). La Rioja lideró la clasificación en función del parque de vehículos, con 0,21 denuncias por vehículo.
Por el contrario, en Ceuta y Melilla fue donde se contabilizaron menos multas cursadas, tanto en números absolutos (8.372 denuncias), como en función del parque de vehículos (0,06 denuncias por vehículo). Castilla y León y Extremadura, a su vez, fueron las comunidades con menos sanciones (11) por kilómetro de carretera.
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