Este sábado se conmemora el día internacional del Volkswagen Escarabajo. Un coche con una curiosa historia a sus espaldas. Existe una gran legión de seguidores alrededor del planeta y, uno de ellos, Alexander Gromow, presidente del Club Volkswagen de Brasil, propuso en 1995 la celebración de un día internacional para celebrar la trayectoria de su automóvil favorito.
La fecha para celebrar tal evento se decidió que tenía que ser cada 22 de junio. Ese día, de 1934, se firmó el contrato entre Ferdinand Porsche y Adolf Hitler para dar inicio al proyecto del Volkswagen, en alemán ‘coche del pueblo’. Aunque tardó todavía más de 10 años en salir de las cadenas de montaje, desde entonces, el Escarabajo ha dejado una huella indeleble en la cultura automovilística y popular, convirtiéndose en un verdadero ícono del siglo XX.
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Desarrollo inicial
El Volkswagen Escarabajo, conocido originalmente como el Volkswagen Tipo 1, fue concebido en la década de 1930 en Alemania. La idea de crear un genuino coche para el pueblo alemán fue impulsada por Adolf Hitler, quien quería un vehículo asequible para las masas. En 1933, Hitler se reunió con Ferdinand Porsche, un ingeniero del sector de la automoción que ya era conocido por su trabajo, para discutir el diseño del automóvil.
Tras el encargo, Ferdinand Porsche y su equipo comenzaron a trabajar en el proyecto en 1934. El diseño era simple, económico y confiable. Montaba un motor trasero refrigerado por aire, lo cual era inusual para la época. Tras diferentes pruebas y aprobaciones por parte del régimen nazi, en 1938, se inauguraba la fábrica de Volkswagen en Wolfsburgo (Alemania) para comenzar con la producción.
Segunda Guerra Mundial
Aunque los planes de producción se trastocaron rápidamente para Porsche y su equipo. La rutilante nueva fábrica de Wolfsburgo comenzó a construir maquinaria de guerra para poner al servicio del dispositivo armamentístico de Hitler. Algunos de los vehículos de guerra más ilustres que salieron de las cadenas de montaje, fueron el Kübelwagen y el Schwimmwagen.
Durante el conflicto, la fábrica fue bombardeada, quedando destruida por completo para el final de la guerra. Al terminar la contienda armada, la factoría de Wolfsburgo fue tomada por las fuerzas aliadas. Aunque la idea de crear un ‘coche del pueblo’ provino de Hitler y sus mandos, nunca llegaron a ver estos vehículos circulando en masa por Alemania. Fueron los aliados los que siguieron adelante con el proyecto tras la caída del nazismo.
Volkswagen Escarabajo
Al repartirse entre los vencedores lo que había quedado de Alemania tras la guerra, el Gobierno Militar Británico asumió el fideicomiso sobre la Volkswagenwerke GmbH. La figura central durante este periodo es el Mayor Ivan Hirst, quien, a sus 28 años, demostró un notable talento para la improvisación, habilidades organizativas y una extraordinaria visión de futuro. Transformó una planta de armamento, que estaba en gran parte destruida y destinada a ser demolida, en una fábrica civil de automóviles.
Ya en 1948, Heinrich Nordhoff fue nombrado director de la fábrica y desempeñó un papel crucial en la revitalización de Volkswagen y del ‘coche del pueblo’ en particular. Durante la década de 1950, el Escarabajo comenzó a ganar popularidad no solo en Alemania sino en todo el mundo, especialmente en Estados Unidos.
Años de esplendor
Aunque las décadas más importantes para este pequeño automóvil fueron las de 1960 y 1970. El Escarabajo era un modelo robusto, fácil de mantener y extremadamente popular entre una amplia gama de conductores, desde familias hasta aficionados a los coches. Montaba un motor bóxer de 4 cilindros opuestos horizontalmente que entregaba unos 25 CV de potencia.
La transmisión disponía de cuatro velocidades y el chasis era tipo escalera (dos largueros longitudinales paralelos conectados por varios travesaños perpendiculares) que le otorgaban unas medidas de cuatro metros de largo y 1,5 metros tanto de ancho como de alto, un pequeño gran coche.
En 1972, superó el récord de producción del Ford Model T, convirtiéndose en el automóvil más producido de todos los tiempos en ese momento. Durante estos años, el Escarabajo también se convirtió en un símbolo de la contracultura y fue popular entre los jóvenes de la época.
Decadencia
Al avanzar la década de los 80, la competencia de los automóviles más modernos y técnicamente avanzados hizo que el Escarabajo perdiera parte de su atractivo. La producción en Alemania terminó en 1978, pero continuó en países como México y Brasil. En México, el Escarabajo, conocido como “Vocho”, siguió siendo extremadamente popular y se produjo hasta 2003, cuando se fabricó el último Escarabajo clásico.
Aunque no llegó a morir del todo, ya en 1998, Volkswagen lanzó el New Beetle, un modelo moderno inspirado en el diseño clásico del Escarabajo. Aunque no obtuvo el mismo impacto que el original, encontró su hueco en el mercado. En 2011, Volkswagen presentó una versión actualizada, que se produjo hasta 2019, año en que el ‘coche del pueblo’ dijo definitivamente adiós. En este tiempo, dejó 21 millones de unidades vendidas del Escarabajo clásico y algo menos de 2 millones de unidades en su versión más moderna.
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