Cameron Davis y Andy Sumner, los dos mecánicos que están detrás del canal DC MotorWerks, vaciaron sus cuentas bancarias para comprar un Lamborghini Murciélago LP-640 Roadster de 2007. Conocían el coche y lo habían arreglado, pero no sabía por qué era tan barato. Lo descubrieron cuando lo arrancaron.
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En el mercado actual, un Lamborghini Murciélago puede superar, fácilmente, los 300.000 euros: las unidades más especiales alcanzan, a veces, el millón. Había varias razones por las que el deportivo italiano que compraron estos dos mecánicos estaba muy por debajo de su precio.
Lo conocieron hace un par de años cuando su anterior dueño lo llevó a su taller. ¿El veredicto? El motor necesitaba una reparación de motor que su propietario nunca hizo: durante todo este tiempo ha estado parado. Cuando lo puso a la venta, Cameron y Andy decidieron comprar el Lamborghini Murciélago “más barato” de Estados Unidos. Y, probablemente, “el más roto”.
24.000 kilómetros y muchos problemas
El odómetro marca 24.000 kilómetros, pero los testigos del cuadro de instrumentos se iluminan masivamente anunciando un sinfín de problemas. Y es que cuando terminaron de girar la llave y lo arrancaron, su sueño se convirtió en pesadilla.
Casi todo necesita una revisión a fondo o una reparación. Desde los latiguillos de freno hasta las numerosas fugas que han detectado: de aceite, en uno de los amortiguadores delanteros, en la cremallera de dirección (la más preocupante), en el eje homocinético…
Una oportunidad
Los neumáticos tampoco tienen la medida correcta y el paragolpes delantero está deformado y mal fijado. Por si esto fuera poco, cuando el V12 se pone en marcha aparece una densa nube de humo. Es una clara señal de que algo no está bien y, además, alguien le puso un kit biturbo para darle más potencia.
Por todo esto, cuando un vendedor anuncia un precio de ganga inusual, lo normal es que haya gato encerrado. Cameron y Andy no se han desanimado: todo lo contrario. Van a documentar la restauración paso a paso en su canal de YouTube con la esperanza de encontrar patrocinadores que financien su proyecto.
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Desde que aprendió a hablar y escribir, una de sus pasiones siempre fue contar todo lo que pasaba a su alrededor. Hizo las maletas y cambió Zaragoza por Madrid para estudiar Periodismo en la Universidad Complutense. Antes de graduarse, el mundo del motor se cruzó en su camino… y nunca lo ha abandonado.