Cuando sabes cuáles son los puntos fuertes de tu producto, sabes que si los explotas conseguirás un rendimiento todavía mejor. Eso en general, y llevándolo al caso concreto del Mazda MX-5, ese aspecto clave es la ligereza y las sensaciones de conducción que proporciona a quien se pone al volante.
Pues la marca ha llevado al Miata a un nuevo nivel en estas lindes con las presentación de dos prototipos en el SEMA 2015: Spyder y Speedester.
El primero es el más normal, basado en el modelo de serie, incorpora un kit de carrocería de fibra de carbono, una capota de tela marrón de nuevo diseño, calza llantas de aleación ligera, luce un tono plateado exterior y cuenta con un habitáculo tapizado íntegramente en cuero. Como resultado, rebaja ligeramente el peso del conjunto hasta los 1.043 kg.
El Speedester se olvida un poco de la practicidad y se centra en disfrutar de la conducción. De esta manera se eliminan el parabrisas y las ventanillas, se instala un deflector de viento (habrá que conducirlo con caso o, al menos, con gafas), las puertas y los asientos están fabricados en fibra de carbono, calza llantas RAYS de 16 pulgadas, equipa frenos Brembo y una suspensión ajustable KW que rebaja 30 mm la altura de la carrocería. Con todo esto el ahorro de peso es considerable, quedándose en 943 kg.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.