El automóvil español crece en valor

Las factorías instaladas en España están abandonando su tradicional especialización en modelos utilitarios para fabricar productos de mayor tamaño y precios superiores

Cantidad y calidad. El sector español del automóvil está en forma y afronta una evolución decisiva para asegurar su futuro a medio plazo. Tras décadas de especialización en coches pequeños de valor limitado que aprovechaban nuestra mano de obra barata -desde los legendarios Seat 600 hasta los últimos Opel Corsa o Seat Ibiza-, en los últimos años se está pasando a fabricar modelos más grandes con una calidad y precio superiores, como los Ford Mondeo, Mercedes Clase V o Audi Q3, entre otros.

El cambio está aumentando de forma sustancial la facturación del sector y puede resultar clave para el equilibrio de nuestra economía. Y es que, como alrededor del 85% de la producción se destina a la exportación, el mayor valor añadido de los nuevos modelos made in Spain contribuirá a mejorar nuestra balanza de pagos de forma casi inmediata. Según Mario Armero, vicepresidente de ANFAC (asociación nacional de fabricantes), “el sector del automóvil tendrá este mismo año un superávit comercial de 16.000 millones de euros”.

Noveno fabricante mundial

Esta evolución tecnológica y la mejora de la competitividad están convirtiendo al automóvil en el principal y casi único puntal de la recuperación económica. Para ANFAC, “los fabricantes de coches han aportado 19.400 empleos en lo que va de año, uno de cada cuatro creados por la industria manufacturera”.




El sector del automóvil ha creado 19.400 empleos en lo que va de año



Hace apenas unos días, Armero anunciaba también que España había ascendido al noveno puesto mundial entre los fabricantes de automóviles al término del primer semestre de 2014. Esto supone recuperar la presencia en el top ten mundial y ganar tres posiciones desde el puesto 12º de finales de 2013. Y las cifras avalan el ascenso: con una producción de 1.293.000 unidades en ese periodo -un 11,85% más que en el primer semestre de 2013- y 1.079.000 unidades exportadas – el 8,13% más que el año pasado-, un 84% de la producción total.

A la vista de estos datos, todo parece indicar que la industria española del automóvil ha salido reforzada de la crisis. Carlos Ghosn, presidente de la alianza Renault-Nissan, lo confirmaba hace un par de semanas en una entrevista del suplemento Negocios de El País: “Estamos utilizando toda nuestra capacidad instalada porque creemos que en España hemos salido de la crisis más fuertes que cuando entramos”. Y los hechos lo corroboran, porque la mayoría de los fabricantes establecidos en España están trasladando más producción a sus plantas de aquí.

El salvavidas del Captur

Un buen ejemplo de la mejora de la competitividad y la creación de valor puede ser precisamente la factoría de montaje de Renault en Valladolid. Esta planta ha pasado de estar prácticamente cerrada en 2009 a alcanzar su tope este año, con tres turnos fabricando sin descanso el Captur, primer todoterreno pequeño de la marca francesa. En 2014 producirá nada menos que 210.000 unidades de un modelo que se exporta a todo el mundo con cifras tan abultadas como las 25.000 entregas destinadas a países tan lejanos como Corea del Sur. Y si no cae la demanda y se afianza el tercer turno de noche, en 2015 se podría incluso superar esa cifra.




Renault fabricará el nuevo Mégane en Palencia y también un 4×4



La producción española de Renault se completará este año con otras 132.000 unidades del Mégane fabricadas en Palencia, lo que supone unas 340.000 en total para 2014. Pero en 2015 la factoría castellana empezará a producir un nuevo todoterreno medio similar al Nissan Qashqai y la nueva generación del Mégane. Y aunque la llegada de los modelos nuevos provoca paradas técnicas para adaptar la cadena de ensamblaje, a lo largo del año la producción empezará a cabalgar hacia su tope, unas 300.000 unidades.

Nissan, aliada de Renault, llevará también su fábrica de Barcelona más cerca del límite, pero en 2016. Este año produce la furgoneta NV200 y su versión eléctrica, la e-NV200, homologadas como taxi en Londres y Nueva York. Y ha recibido el impulso del Pulsar, un compacto tipo Golf que entró en la cadena a mediados de 2014 con una previsión anual de 64.000 unidades. A finales de 2015 lanzará una nueva pick-up Navara, pero exigirá parar una línea de montaje y limitará el volumen de 2015. Así, este año se harán 135.000 unidades, que podrían subir a 150.000 en 2015 y hasta 180.000 en 2016.

El Mokka se nacionaliza

Otra factoría que aumentará producción y valor en 2015 será la de Opel en Figueruelas (Zaragoza). De momento, acaba de empezar a fabricar el Mokka, otro todoterreno de tamaño medio que se hacía en Corea del Sur. Su llegada a España aporta una facturación muy superior a la de los Corsa y Meriva que se hacían hasta ahora. Pero lo mejor es que este coche ayudará a alcanzar las 300.000 unidades en 2014, 230.000 del Corsa, 60.000 del Meriva y 20.000 del Mokka. Y, si no hay sorpresas económicas negativas, será clave para acercarse a las 400.000 en 2015, porque Opel espera producir ya 80.000 Mokka, mantener los 60.000 Meriva y superar los 230.000 Corsa con la llegada de la nueva generación de este utilitario.

El Cactus asegura Villaverde

La factoría de PSA (Peugeot-Citroën) en Villaverde (Madrid) también parece haber resuelto su futuro a corto plazo con el exitoso lanzamiento del Citroën C4 Cactus. En 2014 producirá unas 50.000 unidades, la mayoría de este familiar y algunas del Peugeot 207 CC. Pero en 2015 podría doblar la producción del Citroën, que mantiene una demanda imparable y aún no ha llegado a los mercados con mayor volumen de negocio como Alemania, por ejemplo.

En cambio, la fábrica de PSA en Vigo no parece vivir su mejor momento. En 2014 producirá todavía 440.000 unidades de los Citroën C4 Picasso, C-Elysée y Berlingo, Peugeot 301 y Partner, una cifra alta, aunque alejada de su récord. Pero con la madurez comercial de estos modelos, en 2015 sería un triunfo llegar a 400.000.

El músculo del Mondeo

La planta de Ford de Almussafes (Valencia) es otro buen ejemplo de la ganancia de valor de las factorías españolas. Y es que ha pasado de producir durante muchos años los Fiesta y después los Focus a tener la exclusiva del Kuga para Europa, el todoterreno medio de la marca. En el último trimestre de 2014 ha dado un nuevo salto adelante con la producción del nuevo Mondeo, con un precio base de 27.600 euros. Y en 2015 lo afianzará con la llegada de los S-Max y Galaxy, los monovolúmenes grandes de Ford. Así, mientras en 2014 producirá unos 280.000 vehículos, el año próximo podría pasar de 370.000.

Seat y Mercedes crecen

La producción de la planta de Seat en Martorell también podría crecer ligeramente en 2014 gracias al éxito de los Seat León y Audi Q3, que están a tope de producción. En 2014 saldrán unas 430.000 unidades de las cadenas catalanas y se espera que la demanda de ambos modelos siga subiendo y se puedan alcanzar 470.000 en 2015. Además, el grupo VW también prevé mantener la producción en la factoría de Landaben (Navarra). Este año entregará unos 280.000 Polo, más o menos igual que en 2015, si no hay cambios en la economía.




La planta de Seat es la de mayor producción: 430.000 unidades



Mercedes también podría llevar al límite la fábrica de Vitoria con la nueva Clase V y la furgoneta Vito, dos modelos más sofisticados y con un valor superior a sus antecesores. En 2014 ha habido que adaptar la cadena y se fabricarán unas 82.000 unidades, pero en 2015 se espera rozar el tope, unas 100.000.

Por último, Iveco, el fabricante italiano de vehículos industriales, acaba de lanzar el nuevo Daily, su furgoneta estrella, que ayudará a elevar la producción de las fábricas de Valladolid y Madrid a unas 50.000 unidades en 2014 y 2015.



Los tres millones, más cerca





Producción del Seat León en Martorell (Barcelona).


Cuando, a finales de 2012, ANFAC, la patronal que agrupa a los fabricantes instalados en España, presentó su “Plan 3 millones”, el reto parecía una auténtica entelequia. Y más teniendo en cuenta la agonizante situación del mercado doméstico, que había pasado de récords anuales de 1,7 millones de matriculaciones antes de la crisis a apenas 750.000 en los peores momentos de la recesión.

Escasamente dos años más tarde, el desafío sigue pareciendo difícil, pero con muchas más probabilidades de hacerse realidad. La previsión de fabricación para 2014 anunciada por Mario Armero, vicepresidente de ANFAC, se sitúa en 2,4 millones de unidades, una cifra que se podría superar ligeramente al término del ejercicio. Y para 2015 el pronóstico se ha elevado a 2,6 millones, un 8% más que este año.

La escalada de la producción nos acerca poco a poco a la cifra mágica de los tres millones, pero lo importante ahora no es tanto ya la cantidad, sino la calidad de los modelos producidos aquí, la mayoría destinados a la exportación. En este sentido, el aumento de volumen viene acompañado de un crecimiento aún mayor en el valor de los modelos made in Spain, lo que crea un círculo virtuoso. Si antes el grueso eran utilitarios de unos 9.000 euros de precio base, ahora hay cada vez más vehículos con tarifas de acceso de en torno a los 30.000 euros, como los Audi Q3, Ford Kuga y Mondeo, e incluso más, como el Mercedes Clase V.



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