El espectacular coche de Brad Pitt en su último anuncio

El premiado actor disfruta en este anuncio de un paseo por carretera en un entorno acogedor, pintoresco y mediterráneo.

Brad Pitt

Brad Pitt, al volante del Lancia Flaminia GT Convertibile.

La publicidad y la automoción se dieron la mano desde los inicios de la industria de las cuatro ruedas, a finales del siglo XIX. Los mensajes aspiracionales y las imágenes atrayentes han seguido un patrón muy concreto desde entonces. Este es uno de los productos que más presupuesto ha tenido para campañas publicitarias. Impactar en el consumidor para que se gaste el sueldo de gran cantidad de meses en un coche nuevo tiene un precio.

Esas imágenes atrayentes, que en un principio mostraban el vehículo como una ilustración en carteles de chapa y pasquines, fueron evolucionando a medida que también lo hacía la sociedad. Primero con la fotografía y posteriormente con las imágenes en movimiento: el cine. Y en los años veinte del pasado siglo también se popularizó la radio como soporte publicitario.

Esos medios siguen siendo los referentes para publicitar un automóvil: prensa, radio, televisión y cartelería exterior.

A ellos, se han unido en los últimos 20 años medios que han supuesto una auténtica revolución, como internet, las redes sociales, los podcast e incluso el metaverso. Aunque para impactar en el consumidor, sea en el medio que sea, hace falta un influenciador o líder de opinión y un mensaje que cale.

Brad Pitt y sus coches

El actor estadounidense Brad Pitt es el protagonista de la última campaña de De’Longhi para su cafetera Rivelia. A punto de cumplir 60 años, destapa todo su carisma en un espectacular automóvil, un Lancia Flaminia GT Convertibile que también rondará esa edad. Juntos conducen al espectador por la Provenza francesa, concretamente en el pueblo de Tourtour.

Brad Pitt es un apasionado de los coches y de las motocicletas. El oscarizado intérprete cuenta con un extenso garaje. Entre sus coches más destacados, figuran un Aston Martin Vanquish Carbon Edition, un Lamborghini Aventador LP 700-4, un Mercedes-Benz G 55 AMG o un Tesla Model S.

Respecto a las motos, tampoco se queda atrás. Entre sus modelos más llamativos, destaca una BMW R nine T modificada, una BMW F800 GS, una custom Zero Engineering modelo Type 9 o una MV Agusta 910 Brutale. Aunque la moto más característica es una Ecosse Moto Works personalizada por el prestigioso preparador Roland Sands. 

Una motocicleta que en su momento fue considerada como la más cara del mundo de producción en serie (solo se fabricaron una docena), con un precio de 300.000 dólares (255.000 euros). Esta motocicleta fue empleada por el propio Pitt para grabar el anterior anuncio de De’Longhi en 2021 por las carreteras de Los Ángeles.

Lancia Flaminia GT Convertibile

Por su parte, el coche coprotagonista del anuncio es el Lancia Flaminia GT Convertible. Es la versión descapotable del Lancia Flaminia y estuvo en producción desde 1960 hasta 1968. Esta versión se realizó tomando como base la del modelo Flaminia GT.

Monta un propulsor ubicado en la parte delantera de seis cilindros en V y 2,5 litros de cilindrada. Por su parte, la potencia máxima es 119 CV a 5.100 rpm. Al motor le apoya una transmisión con tracción trasera y una caja de cambios de cuatro velocidades, que le permite desarrollar una velocidad máxima de 178 km/h. La carrocería tipo cabriolet dispone de dos puertas y dos asientos (2+2) y es de tipo portante.

Una joya muy demandada

El Lancia Flaminia GT Convertibile se actualizaría con el lanzamiento del 3C GT Convertibile 2.8, una versión que elevaba la potencia hasta los 150 CV. El precio de lanzamiento al mercado era de 3.200.000 liras italianas (unos 1.652 euros en la actualidad). Hasta el final de su comercialización en 1968, se produjeron 805 ejemplares, convirtiéndose en un icono de la elegancia y del placer de la conducción a cielo abierto.

De esos 1.600 euros de los años sesenta, el Lancia Flaminia GT Convertibile ha multiplicado su precio por más de 100. Actualmente, es un modelo muy demandado del que quedan pocos ejemplares en circulación. Los precios, siempre dependiendo del estado de conservación, van desde los 85.000 euros hasta los más de 200.000 euros.

© Scuderia Azzurra

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Rubén Pérez

Entusiasta del motor en toda su magnitud, preferiblemente los V12. Le dijeron que cuatro ruedas eran mejor que dos, por eso se compró otra moto. Claro que también le apasiona cuando van las cuatro juntas. Ha trabajado como creativo publicitario para muchas marcas de coches y motos e hizo la mili en esto de juntar letras en la editorial Luike.

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