El Fiat 500 de 1963 con 200 CV de potencia

Preparaciones asombrosas sobre modelos clásicos hay muchas, y la de este urbanita con el motor de una Suzuki Hayabusa es de las más llamativas.

Fiabusa
El Fiat 500 Hayabusa, rodando en una carretera local.

Zcars es una pequeña empresa británica con sede en Ashford (Kent) que está especializada en la restauración de coches clásicos urbanos con repuestos y piezas actuales. La compañía fundada por Chris Allanson en 1999 se ha especializado en montar motores de motocicletas de altas prestaciones en pequeños automóviles históricos, como los Mini y los Fiat 500

Estas preparaciones han ido adquiriendo relevancia al usar los propulsores más potentes de las firmas japonesas, como el de la Yamaha R1, el de la Suzuki Hayabusa o el de la Honda CBR 10000 RR, que entregan potencias entre los 172 CV y los 197 CV.

Con el auge del movimiento restomod, término que viene de unir las palabras restaurado y modernizado, las creaciones de esta empresa han empezado a calar entre los amantes de estos pequeños urbanos. Las sensaciones de conducción que ofrecen sus preparaciones, más cercanas a los automóviles de competición, cuentan con una legión de seguidores.

Fiat 500

La base de este proyecto es un coche icónico, el Fiat 500 de 1963. Este pequeño utilitario diseñado por el ingeniero Dante Giacosa, uno de los grandes maestros del diseño automovilístico italiano, fue el vehículo que impulsó la movilidad urbana en el país transalpino. 

La compañía Fiat lo fabricó entre 1957 y 1975, contando con un enorme éxito de ventas. Además, este modelo sirvió de base al Seat 600, el coche que democratizó el parque automovilístico español.

El microcoche italiano se lanzó al mercado con un motor de 479cc y dos cilindros en línea, refrigerado por aire, que entregaba 13 CV de potencia. La velocidad máxima era de 80 km/h.

Para reducir las vibraciones producidas por la configuración de los cilindros, el propulsor se montó sobre muelles anclados a una barra transversal posterior. Esta se convertirá en una de las características más destacables del modelo.

Fiabusa

La preparación efectuada por Zcars ha recibido el nombre de Fiabusa, que proviene de la marca del prototipo Fiat y el motor que incorpora, el de la superdeportiva Suzuki Hayabusa. La Hayabusa es una de las motocicletas más icónicas de las últimas décadas. Fue lanzada en 1999 y continúa en los concesionarios de la marca en la actualidad.

El motor de la Hayabusa, encajado en el hueco del Fiat 500

El motor de esta Hayabusa (‘halcón’ en japonés) de cuatro cilindros y 1.340cc declara una potencia máxima de 197 CV. Además, es una de las motocicletas más rápidas de la historia. Su velocidad máxima está limitada a 299 km/h, aunque existen preparaciones que han conseguido superar los 400 km/h.

Este propulsor es el que ha dado vida al Fiat 500 de 1963 más modificado de la historia de la automoción. Para ponerlo en contexto, el nuevo propulsor entrega diez veces más potencia que con el que salió el coche de fábrica. Esto indica que el preparador británico ha buscado una experiencia de conducción explosiva al desarrollar este coche.

La marcha atrás

Pero quizá el mayor desafío al que se han enfrentado para unir una Hayabusa a un Fiat 500 ha sido la marcha atrás. Para homologar el coche y que se pueda conducir por las carreteras del Reino Unido, necesitaban dotar al modelo de una marcha atrás.

La solución, después de mucho ensayo, surgió de una idea muy simple, gracias a un mecanismo único que rara vez se ve en el mundo automotriz. El equipo utilizó una unidad de transferencia mediante engranajes unidos a un diferencial de deslizamiento limitado incorporado. 

El cuadro de instrumentos es el original de la motocicleta

O lo que es lo mismo, este sistema permite que se pueda invertir la dirección de la primera velocidad, que pasa a actuar como marcha atrás. Solo hay que pulsar un botón instalado en el cuadro de instrumentos para que el Fiabusa pueda retroceder.

Componentes mejorados

Debido a la explosividad del motor, encajado en un coche de apenas 2,9 metros y 470 kilogramos, tuvieron que reforzar diferentes componentes, como los amortiguadores, los frenos, las ruedas y la caja de cambios.

Para que el motor de la Hayabusa entregue la potencia de la forma menos abrupta, el preparador ha instalado un cambio secuencial de seis velocidades con quickshifter (cambiador rápido), que posibilita la no utilización del embrague en una transmisión manual. Este sistema solo funciona para subir marchas, para bajarlas, se deberá seguir pisando el embrague.

Así mismo, se ha instalado un equipo de frenos con discos ventilados en ambos ejes, ya que se necesita mucha potencia de frenado para detener un coche que puede alcanzar las 11.000 rpm en su tacómetro.

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