Muy parecido, pero diferente. La tercera generación del nuevo Mini llegará en marzo del año que viene y será la estrella entre los utilitarios que se lanzan en 2014. La nueva entrega evoluciona solo lo imprescindible, porque en el automóvil, como en muchos otros sectores, solo se cambia lo que no funciona.
La imagen exterior sigue siendo casi idéntica, porque mantiene con fidelidad el estilo y proporciones conocidas y cuesta distinguirlo del anterior. Pero hay cambios, por ejemplo, en el frontal, que ahora refuerza el diseño y las medidas de la parrilla, que ya integra la matrícula, y este detalle le distingue de las dos generaciones anteriores. Pero también incluye unos faros más tumbados y presenta unas formas más musculosas en los laterales y la zaga.
Sin embargo, lo más destacado del Mini 2014 es que crece en tamaño por fuera y ahora mide 3,82 metros de largo, casi 10 centímetros más. Y el aumento sirve para mejorar su sentido práctico, principal punto débil del utilitario de BMW.
Así, puede ofrecer un interior más amplio, sobre todo en las plazas traseras, y un maletero de 211 litros, todavía justo, pero con 51 litros más que antes.
El otro aspecto mejorado es la mecánica, y en particular los motores, que afinan su eficiencia para ofrecer unos consumos y emisiones más ajustados.
De momento se han anunciado dos nuevas mecánicas 1.5 turbo con solo tres cilindros. Uno es de gasolina, rinde 136 CV y lo equipará la versión Cooper, que anuncia un consumo medio de solo 4,5 litros.
El otro es turbodiésel, tiene 116 CV y se queda en solo 3,5 litros. Además, hay un 2.0 turbo de gasolina y 192 CV que equipará el Cooper S. Todos estarán disponibles con cambio manual o automático, ambos de seis marchas.
Salvo la llegada del nuevo Mini, 2014 será un año de transición en los utilitarios, y solo a finales del ejercicio se dará el banderazo de salida a la renovación de la categoría con la llegada del nuevo Skoda Fabia, que marcará un cambio importante en la imagen del utilitario de la marca checa. Más adelante, en 2015, deberían llegar las nuevas generaciones de los Seat Ibiza y VW Polo, que compartirán la base mecánica del modelo de Skoda.
Smart y Twingo comparten piso
Amistades sorprendentes. Los coches ciudadanos tienen costes de producción muy similares a los de sus hermanos mayores los utilitarios. Pero salvo cuando aportan elementos de diseño diferenciadores y se convierten en objetos de deseo, como el Fiat 500, se venden a precios más asequibles, lo que reduce a cifras simbólicas su margen de beneficio. Por eso hay cada vez más fabricantes que forman alianzas para compartir los gastos de desarrollo e intentar mantener cierta rentabilidad. Es lo que hicieron Citroën, Peugeot y Toyota con los trillizos (C1, 107 y Aygo) o Fiat y Ford (500 y KA), por ejemplo. Y es lo que han hecho ahora Mercedes y Renault con las nuevas generaciones de los Smart y Twingo, que compartirán base mecánica. De hecho, este proyecto conjunto es solo un eslabón de una alianza más profunda, según la cual Renault y Mercedes aprovecharán motores, plataformas e incluso vehículos industriales comunes.
El nuevo Smart llegará en noviembre con dos alternativas: Fortwo (dos plazas) y Forfour (cuatro puertas y cuatro plazas). Ambos mostrarán un frontal y una zaga muy similares a los de los prototipos presentados en los últimos salones internacionales como el de Fráncfort. YRenault, por su parte, tendrá también sus equivalentes en 2014: lanzará un modelo biplaza similar al Fortwo y también un nuevo Twingo, con cinco puertas y un nuevo chasis, concebido por Mercedes, con el motor y la tracción atrás. Además, el Smart Fortwo tendrá versiones Cabrio y eléctrica (ED).
Por lo demás, Hyundai propondrá el nuevo i10, que saldrá este mes con silueta de monovolumen en vez de turismo, y hacia el verano llegará también otra generación de los trillizos, los nuevos Citroën C1, Peugeot 108 y Toyota Aygo, que seguirán compartiendo carrocería y mecánica.
TENDENCIAS: Baterías para circular en ciudad
Si hay un territorio donde las baterías pueden mostrar todas sus virtudes es en la ciudad, donde gracias a la ausencia de emisiones de sus mecánicas eléctricas podrían convertirse en una excelente herramienta para reducir la contaminación y contribuir a mejorar el medio ambiente. Además, su eficiencia aumenta aún más en los coches urbanos, que tienen un tamaño y un peso más ajustados que el resto de los modelos.
Con estas premisas, la electrificación del automóvil debería empezar por los coches pequeños, pero el coste de las baterías dispara en exceso su precio y hace que sean muy poco competitivos.
Los coches eléctricos ofrecen ya autonomías reales claramente superiores a los 100 kilómetros, al menos en un uso eminentemente urbano. Y permiten afrontar sin agobios los recorridos del día a día y recargarlos por la noche en casa si se tiene poste de carga. Así, se puede salir de nuevo por la mañana con el depósito lleno.
A pesar de estos inconvenientes, en 2014 llegará una nueva oleada de coches eléctricos de segunda generación que buscarán su hueco en el mercado. Todos se postularán como alternativa a los actuales Citroën C-Zero, Peugeot iOn y Mitsubishi i-MiEV, pioneros de la categoría. Y, aparte de tener precios más asequibles, ofrecerán autonomías de uso superiores.
Es el caso de los nuevos Smart ED (Electric Drive) y su gemelo, el nuevo Renault Twingo, que también podría tener una versión eléctrica: ambos compartirán la misma base mecánica. Además, VW ha anunciado el e-Up!, la versión de baterías de su urbanita, que llegará en junio de 2014 con 160 kilómetros de autonomía y un precio excesivo, 26.300 euros (baterías incluidas), que bajarán en 5.500 euros con las ayudas estatales, que se han prorrogado. Entrarán en vigor en enero de 2014 con efectos retroactivos.
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