El proceso de electrificación dentro de la gama de Honda ya ha cristalizado en dos coches distintos: el Jazz como modelo de acceso (incluida su variante Crosstar) y el CR-V como representante entre los SUV de tamaño medio. El tridente se completa ahora con el Honda HR-V Hybrid, la tercera generación del todocamino compacto, que se renueva por completo.
Su imagen cambia de manera notable, potenciando la robustez y empaque del conjunto y añadiendo ciertos rasgos de cupé, gracias al largo capó y a la suave caída del techo. Además, el frontal sorprende por su parrilla formada por bandas horizontales integradas en la propia carrocería. Desde la superior, con un acabado diferente, se extienden los grupos ópticos.
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En la zaga, por otra parte, los pilotos están unidos entre sí, un rasgo bastante de moda en los últimos modelos que han llegado al mercado.
La marca describe el habitáculo como “minimalista”, y es cierto que huye del recargo innecesario, despejando el salpicadero en la zona correspondiente al copiloto y fijando la atención en la consola central, con una pantalla flotante, y el cuadro de instrumentos. El Honda HR-V Hybrid incorpora de serie los asientos Honda Magic Seat, que pueden configurarse de múltiples formas, entre ellas una de plegado vertical, en la que la banqueta se dobla hacia arriba contra el respaldo, creando así un hueco diáfano atrás que permite transportar bultos altos como una planta o una bicicleta. La capacidad del maletero no se ha comunicado todavía.
Honda tampoco ha desvelado detalles específicos del sistema de propulsión más allá de su naturaleza híbrida (con la que obtendrá la etiqueta Eco de la DGT) y de que empleará una evolución del i-MMD (Intelligent Multi-Mode Drive). Este sistema ya lo utilizan sus hermanos y combina un bloque gasolina con dos motores eléctricos, uno con funciones de propulsión y otro que actúa como generador. Su potencia se anunciará conforme se acerque su lanzamiento, previsto para el último trimestre del año.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.