Con un frontal casi irreconocible, el Peugeot 3008 se actualiza y se carga de tecnología. Al contrario de lo que suele ser habitual en las puestas al día, el modelo recibe cambios importantes en su apartado estético, concentrados sobre todo en la parte delantera.
En el frontal del SUV medio de Peugeot se aprecia una enorme parrilla cromada y sin marcos, con una estructura de puntos que integra los faros. Los grupos ópticos son ahora más agresivos y cuentan con luces diurnas en forma de colmillo. Además, desaparecen los antiniebla, que son reemplazados por la función Foggy Mode, que enciende las luces de cruce a menor intensidad cuando se encienden los antiniebla traseros.
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Por otra parte, a la gama cromática para la carrocería del Peugeot 3008 se suman los colores Azul Célebes y Azul Vértigo. Además, el GT Pack estrena llantas San Francisco de 19 pulgadas y la opción Black Pack oscurece elementos como la parrilla delantera, las barras del techo o el alerón trasero.
En el habitáculo destaca el i-Cockpit, que evoluciona y ahora cuenta con un cuadro de instrumentos digital de 12,3 pulgadas que ofrece una mejor legibilidad y contraste. La consola central la preside una pantalla táctil de 10 pulgadas, debajo de la cual se sitúan los controles analógicos para manejar funciones como la navegación o la climatización.
No es la única novedad del interior, puesto que también se han añadido nuevos materiales (apliques de madera o tapicería de cuero napa, por ejemplo) que varían según los diferentes acabados del Peugeot 3008.
Su gama de motores sigue formada por opciones de gasolina, diésel e híbridas. Las primeras las representan el 1.2 PureTech tricilíndrico de 130 CV, disponible con transmisión manual de seis marchas o automática de ocho, y el 1.6 PureTech tetracilíndrico de 180 CV, solo con caja automática. El único bloque de gasóleo es el 1.5 BlueHDI de cuatro cilindros y 130 CV, con transmisión automática de ocho velocidades.
Por último, los híbridos enchufables son dos. La versión de acceso combina un motor PureTech de 180 CV (132 kW) con un eléctrico de 110 CV (80 kW), acoplado a la caja de cambios e-EAT8. Entrega 225 CV de potencia total, homologando una autonomía eléctrica de 56 kilómetros y unas emisiones de CO2 de 30 g/km. La variante superior añade a dicha configuración un segundo motor eléctrico, de 112 CV (83 kW) y acoplado al eje trasero, consiguiendo la tracción integral, un alcance eléctrico de 59 kilómetros y unas emisiones de 29 g/km.
Por último, su dotación de asistentes tecnológicos (que ya era completa con, entre otros, el regulador de velocidad adaptativo, el asistente de aparcamiento o el avisador de ángulo muerto) suma cinco nuevos sistemas: visión nocturna, control de crucero adaptativo con función Stop and Go, asistente de posición en el carril, frenado automático de emergencia y reconocimiento de señales de tráfico ampliado.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.