El robo de vehículos no es el único riesgo al que se enfrentan los conductores: sus propios coches se pueden convertir en víctimas de este fenómeno, que también centra el foco en determinadas piezas. Un buen ejemplo de ello son los catalizadores, los faros… y las cámaras de marcha atrás.
Tener un Renault Captur en propiedad es, en Francia, sinónimo de estar en la diana de los ladrones. Los logotipos traseros de este modelo se han convertido en un codiciado objeto de deseo, sobre todo en la región de Lyon.
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En las últimas semanas, son varios los modelos de esta marca que han amanecido sin el logo ubicado en el centro del portón trasero. No es un simple emblema: esta pieza alberga la cámara de marcha atrás del vehículo. Un elemento clave del sistema de asistencia al aparcamiento.
Son numerosas las víctimas de este fenómeno. Actu.fr recoge el testigo de un conductor, víctima de este robo, que acudió al taller de Renault Lyon-Sud y se encontró con tres propietarios más que habían sufrido el mismo percance.
El propio establecimiento le comentó que, recientemente, habían recibido un total de 22 coches con el mismo problema. Sin embargo, este dato no ha sido confirmado oficialmente. Por su parte, la Policía Nacional de Francia constató “una decena de hechos”, pero, de momento, no ha hablado de un recrudecimiento de este fenómeno.
¿Por qué el logo del Renault Captur?
Los ladrones se decantan por el logotipo trasero del Renault Captur porque tiene la ventaja de poder usarse en varios modelos de la marca: Renault Clio V, Renault Mégane IV y Reanult Arkana. Y a ellos hay que sumar los coches de Nissan cuyo emblema incorpora la misma cámara.
Esto facilita mucho su reventa. No en vano, una búsqueda rápida en las páginas web de anuncios clasificados revela la notable oferta de cámaras traseras de Renault, logo incluido, existente. Los precios van desde los 30 hasta los 100 euros.
Otro motivo que podría estar detrás de este fenómeno es la falta de recambios. En la web de Renault, la cámara trasera, sin logotipo, está actualmente agotada. Su precio oficial, sin descuentos, es de 170 euros.
A las víctimas de estos robos, la reparación les va a salir más cara. El mismo testigo ha asegurado que ha tenido que desembolsar 1.400 euros para reparar su Renault Captur… sin tener en cuenta que va a estar de dos a tres semanas sin coche.
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