El Skoda Kodiaq pasa de SUV familiar a vehículo blindado

El todocamino estrena versión capaz de aguantar disparos de armas cortas y rifles, así como explosiones de granadas de mano.

Skoda Kodiaq blindado

Visualmente apenas se diferencia de un Skoda Kodiaq convencional.

Los vehículos blindados no tienen por qué ser vehículos de ultralujo. Toyota lo ha demostrado en Brasil ofreciendo este tratamiento para gran parte de su gama, incluido el Toyota Corolla, y ahora es Skoda quien presenta versión más resistente de la historia del Kodiaq.

A simple vista hay que fijarse bien para distinguirlo, puesto que el vehículo familiar solo se diferencia por la incorporación de luces de emergencia azules en la parrilla y en la entrada de aire del paragolpes, que, además, solo se aprecian si están encendidas. Es algo lógico porque los usuarios de este tipo de vehículos suelen preferir la discreción.

Pero, aunque no lo parezca, el Skoda Kodiaq cuenta con toda una serie de modificaciones para garantizar la seguridad de sus ocupantes.

Según Skoda, cumple con los requerimientos para tener un blindaje certificado PAS 300 y PAS 301, lo que significa que puede aguantar tanto los disparos de armas cortas como de rifles de asalto, así como las explosiones de granadas de mano y de explosivos ligeros.

Esto se ha conseguido reforzando la estructura, los paneles de la carrocería e instalando cristales antibalas en todas las puertas, el parabrisas y la luna posterior.

Lógicamente, todos estos refuerzos implican un aumento de peso considerable, que Skoda no ha desvelado, pero que ha tenido en cuenta a la hora de mejorar ciertos componentes mecánicos para asegurar que tiene un desempeño dinámico a la altura de su cometido.

Así, la suspensión se ha revisado y reforzado para que su comportamiento sea óptimo incluso a altas velocidades, en curvas y sobre superficies irregulares. También los frenos son ahora más potentes, para poder detener sin problema el vehículo aunque pase más. La guinda, aunque es algo habitual, la ponen los neumáticos tipo ‘run flat’, que le permiten seguir rodando incluso estando pinchados.

En el habitáculo dispone de un sistema de comunicaciones específico que, además de encender las luces de emergencia, permite activar la sirena y cuenta con GPS.

La marca checa espera que tenga un éxito similar al de su predecesor, el Superb blindado, del que hasta la fecha han vendido 500 unidades.

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