El SUV eléctrico que casi roban a Nick Kyrgios, una ‘rara avis’ en su garaje

El tenista australiano ha estado a punto de perder uno de sus coches particulares: es el más llamativo, y no por el color de su carrocería.

tesla model X Kyrgios

Foto: Instagram: @k1ngkyrg1os

Nick Kyrgios es noticia estos días, pero los titulares nada tienen que ver con el mundo del tenis. El australiano ha ayudado a la Policía a detener al hombre que intentó robar su Tesla Model X después de apuntar a su madre con un arma. Lo hizo gracias a la tecnología que incorpora el SUV eléctrico, una rara avis en el garaje del deportista.

El pasado lunes, un hombre irrumpió en su casa de Camberra con el objetivo de robar el Tesla Model X de Nick Kyrgios: no tuvo en cuenta, eso sí, que la tecnología se podría volver en su contra. El tenista llamó a los agentes y les ayudó gracias al sistema de localización de Tesla y a los ajustes a distancia.

El tenista no sólo rastreó la ubicación de su Tesla Model X verde: también limitó de forma remota la velocidad. El Modo Valet permite configurar el coche para que no supere los 70 km/h y para que la potencia de aceleración se quede un 25%. Otra función da la posibilidad de fijar un máximo comprendido entre los 80 y 145 km/h, entre otras opciones.

Media hora después de haber perdido su coche, lo recuperó. Lo cierto es que el Tesla Model X de Nick Kyrgios es uno de los modelos más destacables de su garaje y no precisamente por su llamativo color: es el único eléctrico de una colección con un marcado acento deportivo.

El Nissan GT-R de Nick Kyrgios

El Nissan GT-R se ha convertido en coche de culto y el tenista no se ha resistido a incluirlo en su colección. Con el paso del tiempo, el cupé de cuatro asientos del australiano ha cambiado el color de su carrocería: primero fue granate y, después, verde.

La undécima generación del Nissan GT-R está equipada con un V6 biturbo de 3.8 litros, que comenzó ofreciendo 480 CV en 2007 y, después de unas cuantas actualizaciones, ha alcanzado los 570 CV. Tiene un par máximo de 637 Nm.

Su transmisión automática de doble embrague y seis velocidades manda toda esa fuerza a ambos ejes y la reparte dependiendo de las necesidades. Con estas prestaciones, pasa de 0 a 100 km/h en 2,8 segundos: su velocidad máxima es de 315 km/h.

Dodge Challenger SRT Demon

Hasta que llegó el Dodge Challenger SRT Demon 170 2023 con sus 1.025 CV, el Dodge Challenger SRT Demon era el ‘muscle car’ más potente que se había fabricado en serie. Una carta de presentación que cautivó a Nick Kyrgios.

Está impulsado por un V8 de 6.2 litros HEMI alimentado por gasolina de 100 octanos, que fue modificado para alcanzar los 840 CV de potencia y tener un par máximo de 1.044 Nm. Solamente necesita 2,3 segundos para acelerar de 0 a 100 km/h y, en su momento, era el más veloz en el cuarto de milla (402 metros): 9,65 segundos.

BMW M3 F80

Hablar del BMW M3 es hacerlo de la berlina deportiva por excelencia. Nick Kyrgios muestra en sus redes sociales una unidad perteneciente a la generación F80. Bajo esa carrocería de color azul se esconde un motor de seis cilindros biturbo de 3.0 litros.

Aquel bloque entrega su máxima potencia (431 CV) entre 5.500 y 7.300 rpm, mientras que su par máximo (550 Nm) estaba disponible desde un rango bastante bajo. Era posible elegir un cambio manual de seis velocidades o uno automático M DKG.

Jeep Grand Cherokee

En otra de las imágenes que Nick Kyrgios ha compartido en su Instagram, es posible reconocer un Jeep Grand Cherokee junto al Nissan GT-R. Un modelo que, desde los años noventa, es el buque insignia de la marca estadounidense.

En la última generación ya se ha convertido en un SUV híbrido enchufable: en la imagen del tenista no es posible apreciar qué versión es. Si es la que Jeep actualizó en 2017, está impulsada por un V6 de 3.0 litros diésel con dos niveles de potencia: 190 y 250 CV. Si es de gasolina, la horquilla oscila entre los 286 CV (V6 de 3.6 litros) y los 717 CV del Jeep Grand Cherokee Trackhawk (V8 sobrealimentado de 6.2 litros).

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Elena Sanz Bartolomé

Desde que aprendió a hablar y escribir, una de sus pasiones siempre fue contar todo lo que pasaba a su alrededor. Hizo las maletas y cambió Zaragoza por Madrid para estudiar Periodismo en la Universidad Complutense. Antes de graduarse, el mundo del motor se cruzó en su camino… y nunca lo ha abandonado.

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