El Mercedes Clase G es uno de los pocos modelos atemporales que han permanecido inalterados con el paso de tiempo. Aunque ha evolucionado, su fórmula sigue siendo muy similar a cuando se lanzó al mercado por primera vez.
Sin embargo, los tiempos cambian y a medio plazo tendrá que emplear una mecánica eléctrica, así que en cierto modo, como canto de cisne, el Mercedes-AMG G 63 4×4² es la última versión extrema movida por motor de gasolina.
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La variante 4×4² no es una novedad para el Mercedes, pues ya se lanzó una en su día. Sin embargo, aquella estaba basada en el G 500, una de las motorizaciones más moderadas del todoterreno. En esta ocasión su radical propuesta se combina con la mecánica más potente, la que va firmada por AMG.
Un motor de 585 CV
El Clase G cuenta con un bloque 4.0 V8 biturbo que desarrolla 585 CV y 850 Nm de par máximo, que se asocia a una caja de cambios automática con reductora y a un sistema de tracción integral con tres bloqueos de diferencial.
El todoterreno añade otros elementos para poder con todo fuera del asfalto. Y es que a su suspensión de serie (delantera independiente y eje trasero rígido), se suman ejes pórticos que aumentan todavía más su ya considerable distancia libre al suelo: llega hasta los 35 centímetros.
Esto hace que la capacidad de vadeo se incremente hasta los 91 centímetros, y también que los ángulos todoterreno sean todavía mayores de lo habitual. Valga como ejemplo que el de ataque llega hasta los 45 grados. Con dichos registros, salvar desniveles pronunciados, sortear rocas o atacar empinadas rampas no debe ser ningún problema.
Mercedes ha lanzado este primer adelanto del modelo, pero ha señalado que más adelante completará su información técnica, además de sus precios. Sobre su disponibilidad, solo ha confirmado que estará a la venta durante un periodo de tiempo limitado.
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