La industria del automóvil cada vez ve más a los coches híbridos enchufables con la tecnología que hará de puente hasta que los coches eléctricos estén suficientemente maduros como para popularizarse. En parte, esto se debe a que cada vez ofrecen más rango de acción en modo de cero emisiones, pero hay un modelo chino que ha logrado una cifra de récord en este aspecto: el Lynk & Co 900.
Se trata de un SUV grande de 5,24 metros de longitud con un claro enfoque premium y que incluso busca pisar territorio de lujo.
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Su imagen evoluciona el lenguaje de diseño de Lynk & Co, algo claramente perceptible en el formato de los faros delanteros como tira LED doble, la moldura transparente que integra los antiniebla o las superficies limpias de su carrocería.
Sin embargo, es su interior lo que resulta más llamativo. El puesto de conducción cuenta con un solo cuadro de instrumentos minimalista y de dimensiones muy reducidas, puesto que el protagonismo se lo lleva la enorme pantalla 6K de 30 pulgadas que ocupa casi todo el salpicadero.

No está sola, pues hay otra idéntica que se despliega desde el techo para que la puedan ver tanto los ocupantes de la segunda como de la tercera fila de asientos. Aquella puede girarse 180 grados y hasta cuenta con una nevera.
Las mecánicas del Lynk & Co 900
La gama del 900 se estructura en tres versiones, todas ellas híbridas enchufables, por lo que, cuando llegue al mercado español, siempre tendrá la etiqueta CERO de la DGT.
La primera combina un motor gasolina 1.5 con un bloque eléctrico de 160 kW asociado al eje delantero y con otro de 230 kW asociado al trasero, logrando una potencia conjunta de 711 CV. El sistema se completa con una batería de 43,3 kWh de capacidad, lo que le otorga una autonomía eléctrica de 185 kilómetros.
La segunda monta un propulsor 2.0, uno eléctrico frontal de 123 kW y uno trasero de 230 kW, con lo que el rendimiento total es de 724 CV. La tercera reemplaza el trasero por dos bloques de 160 kW cada uno, con lo que la potencia sube hasta los 845 CV. Ambas variantes utilizan una pila de 50 kWh, que es la que consigue la autonomía eléctrica de 220 kilómetros.
El pero a esta espectacular cifra es que se consigue en el ciclo de homologación chino (CLTC), que es más laxo que el europeo, así que cuando pase por el WLTP el rango declarado será menor.
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