La fibra de carbono es para pringados. Está en cualquier deportivo, la vemos por todas partes y ya es mainstream. Ahora, si quieres destacar, tienes que tener un coche de madera. Y no un coche cualquiera, no; un deportivo de 600 CV como el Splinter.
Puede parecer complicado que un vehículo hecho de este material soporte tanta potencia sin partirse por la mitad, pero Joe Harmon y su estudio ha conseguido hacerlo una realidad. Con un trabajo totalmente artesanal han dado a luz a un cupé de dos puertas realmente atractivo que, por lo llamativo de su propuesta, termina de llamar la atención.
Y es que emplear madera plantea bastantes problemas, así de primeras se nos ocurre el hecho de la rigidez del material, como le afectan los elementos (lluvia, nieve, frío) y como gestiona el calor que genera el propio motor, que por cierto es un bloque 7.0 V8 que entrega 600 CV de potencia .
Además, su uso no se limita a la carrocería (que tiene un diseño agresivo y afilado), sino que también da forma a todo el habitáculo (salpicadero, asientos) y numerosos elementos mecánicos, como son las llantas y la suspensión.
Hay partes que, sin embargo, tenían que ser obligatoriamente convencionales, como el sistema de propulsión trasera, la transmisión manual de seis relaciones o los frenos, que montan pinzas de seis pistones en el eje delantero y de dos en el trasero.
Aquí os dejamos un vídeo de su proceso de creación:
Y si pensáis que no funciona, aquí lo tenéis en el pasado Salón de Essen.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.