El aumento de los precios de la gasolina en las últimas semanas está afectando de manera significativa a los usuarios y, sobre todo, a los profesionales de la automoción. Con el litro de gasolina y gasóleo cerca de los dos euros, se ha empezado a detectar un incremento en los conductores que se van sin pagar de las estaciones de servicio.
Las gasolineras, sin embargo, no son el mejor sitio para cometer delitos, ya que cuentan con un sistema de cámaras de seguridad que graban permanentemente durante las 24 horas. No es muy complicado que, tanto el malhechor como su vehículo, queden retratados. Además, los encargados de las estaciones de servicio están obligados por ley a denunciar a cualquier cliente que se dé a la fuga sin pagar.
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Delito de estafa
Las consecuencias legales de no pagar el combustible no son irrelevantes, ya que este hecho está tipificado como delito leve de estafa. Por lo general, además, no resulta complicado identificar a quien reposte sin pagar, ya sea por la matrícula o mediante las imágenes grabadas.
Tras la correspondiente denuncia de la gasolinera, el proceso continúa con el envío al domicilio del acusado (persona a cuyo nombre está registrado el vehículo) de una carta certificada por parte del juzgado con una citación para la vista ante el juez.
Penas que impone la ley
Tras la vista, se celebrará un juicio del que se puede salir culpable. En dicho caso, la condena será por delito leve de estafa. El juez impondrá una multa de entre uno y tres meses, si la cuantía defraudada es menor de 400 euros.
El dinero a pagar por dicha multa variará en proporción al tiempo impuesto por el juez y del poder adquisitivo del acusado. Además, se deberá hacer frente a la responsabilidad civil de la cantidad estafada a la estación de servicio.
Reincidentes
La reincidencia en este tipo de delitos acarrea consecuencias más graves. Cuando un acusado cuenta con tres condenas en firme por un delito leve de estafa, se le acusa de un delito grave. Más allá de las multas y la cuantía por la responsabilidad civil de lo defraudado, las penas a las que se enfrenta son de entre 1 y 6 años de prisión, dependiendo de las circunstancias en las que se hayan cometido los fraudes.
Despistados
No solo hay intentos de estafa en las gasolineras. Existe también la figura de los ‘despistados’. Gente normal y corriente que tras llenar el depósito sale de la gasolinera sin pasar por caja, la mayoría de las veces sin querer. Desde el año 2015, estas conductas, que con anterioridad estaban tipificadas como falta, se han convertido en un delito leve con las consecuencias penales antes expuestas.
Los despistes también puede resultar caros, porque, aunque en el juicio se consiga demostrar la falta de intención, la multa se mantiene. Además, hay que tener en cuenta el tiempo empleado durante la demanda y el dinero gastado en el asesoramiento jurídico.
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Entusiasta del motor en toda su magnitud, preferiblemente los V12. Le dijeron que cuatro ruedas eran mejor que dos, por eso se compró otra moto. Claro que también le apasiona cuando van las cuatro juntas. Ha trabajado como creativo publicitario para muchas marcas de coches y motos e hizo la mili en esto de juntar letras en la editorial Luike.