Aunque la ley de hidrocarburos establece que Exolum (la antigua Compañía Logística de Hidrocarburos) es el suministrador único de carburante en España y es el mismo para todas las estaciones de servicio, las gasolineras baratas siempre están en entredicho. Una de ellas, Granasol, ocupa ahora titulares por los problemas causados por su combustible.
Tal y como informa el periódico Ideal de Granada, hasta ahora son tres los casos conocidos de averías causadas por el combustible de esta gasolinera. Sobre dos de ellos da detalles concretos: a uno la reparación podría costarle hasta 7.000 euros y a otro le ha costado 2.400 euros, ya que los inyectores de su coche se rompieron en verano de 2023. ¿Quién se hace cargo de estos gastos?
Más información
La estación de servicio en cuestión es la que Granasol tiene en Ogíjares, una localidad de la Vega de Granada situada a unos seis kilómetros de la capital. La clave del caso es que sirvió diésel en mal estado debido a “un fallo del tanque”, que ahora ya está fuera de servicio.
Según el comunicado enviado al citado medio, ha sido “un cúmulo de mala suerte: desde una rotura en el suelo del tanque donde se filtró el agua, hasta el no funcionamiento del sensor del agua para evitar este suceso”.
Cómo reclamar daños a una gasolinera
Granasol ha comunicado, además, que se hará cargo de las averías haciendo uso de su seguro. ¿Qué pasa cuando no existe esta predisposición?
Lo cierto es que deben responsabilizarse, ya que así lo establece el artículo 147 de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios: “Los prestadores de servicios son responsables de los daños y perjuicios causados a los consumidores y usuarios, salvo que prueben que han cumplido las exigencias y requisitos reglamentariamente establecidos y los demás cuidados y diligencias que exige la naturaleza del servicio”.
El conductor debe, en primer lugar, conservar todas las pruebas (tiques de compra e, incluso, algo de carburante por si es necesario examinarlo), comunicar el problema a la estación de servicio y reclamar. A continuación, tiene que informar a su seguro, denunciar ante la Guardia Civil y ante Consumo.
Por otro lado, si acude al taller con motivo de la avería sufrida, allí pueden llevar a cabo un informe oficial sobre el problema y sus causas, que también servirá para el proceso de reclamación e indemnización. Si con todas estas pruebas, la gasolinera no se hace cargo, al conductor siempre le quedará la vía judicial.
Otros casos en Granada
Lo cierto es que no es la primera vez que las gasolineras baratas de Granada viven una situación así. En las instalaciones de Petronachil, una estación de servicio que está en la entrada de la población de Santa Fe y que también gestiona Granasol, sirvieron diésel con hasta cinco veces más azufre del máximo permitido, según los informes periciales.
En algunos casos, la bomba de inyección estaba “llena de virutas de acero porque el azufre se había comido el motor” según explica el abogado que lidera la causa. Los costes de las averías causadas oscilaron entre los 4.300 y los 30.000 euros de un modelo prémium.
Otro letrado se está haciendo cargo de un caso semejante: una gasolinera barata que, en mayo de 2023, sirvió combustible con presencia de agua y barro. No dan más datos acerca de ella, pero los daños provocados ascendieron, en algunos casos, a los 5.000 euros y la estación de servicio se hizo cargo de ello.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, X o Instagram