En 2024, en España se vendieron 2,1 coches usados por cada vehículo nuevo, según los datos facilitados por Ganvam (Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios). Comprar un modelo de segunda mano es un ejercicio de confianza y hay un elemento clave para ello: el cinturón de seguridad.
Algunos coches de segunda mano no tienen historial para poder responder a preguntas como: ¿Cuántos dueños ha tenido? ¿Cuántas averías o accidentes ha sufrido? Hay compradores que tampoco quieren pagar por un informe y prefieren basar su compra en su propia investigación.
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Existen señales reveladoras de posibles accidentes. Algunas son evidentes como, por ejemplo, huecos demasiado grandes entre los paneles de la carrocería, un trabajo de pintura desigual u ondulaciones en las superficies exteriores.
Pocos saben que los cinturones de seguridad también pueden ser una fuente de información sobre el pasado del coche usado. Así lo demuestra este vídeo sobre los secretos que guarda este elemento.
El cinturón de seguridad de los coches de ocasión
Uno de ellos revela que, a la hora de revisar un vehículo de segunda mano, es conveniente sacar todo el cinturón de seguridad: hasta el tope. Si hay alguna marca de agua, barro o, incluso, moho, será un claro indicativo de que ha sufrido una inundación.
Este hecho se suele ocultar con frecuencia porque la presencia de agua es sinónimo de problemas serios para cualquier componente eléctrico del coche. Echar un vistazo debajo de las alfombrillas también ayuda en esta investigación.
Su fecha de fabricación
En la parte inferior del cinturón de seguridad hay una etiqueta con los datos de producción: contiene el nombre del fabricante, el número y la fecha.

No sólo hay que verificar que la marca de este elemento sea la original, también hay que fijarse en la fecha de producción. Si no coincide con la del coche, podría ser una señal de alerta: la diferencia indicaría que, por algún motivo, el cinturón ha sido reemplazado.
Y, por último, hay que sacar el cinturón de seguridad con normalidad y soltarlo: debería recogerse automáticamente hacia el pilar. Si se queda suelto, es otra señal de que el vehículo sufrió un accidente que afectó al pretensor.
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