La DGT y la Guardia Civil perseguirán esta semana una de las infracciones más comunes y peligrosas

Con la idea de que los conductores centren su atención sólo en la carretera, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha puesto en marcha este lunes una campaña de vigilancia de las distracciones al volante. Hasta el domingo 13 de octubre, con la ayuda de las policías autonómicas y locales que quieran sumarse, la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil estará pendiente, en particular, del uso del móvil.  

Como en ocasiones anteriores, la campaña se enmarca en la Operation Focus on the Road que desarrolla a nivel europeo la asociación de policías de tráfico RoadPol, ha informado la DGT en una nota.

Detrás de esta operación de vigilancia se asoman algunas cifras preocupantes: en 2023, las distracciones estuvieron presentes en el 30% de los siniestros mortales, dos puntos por encima de los datos registrados en 2019. Se trata del factor concurrente más habitual en este tipo de accidentes, por encima de los excesos de velocidad y la presencia del alcohol. 

Tráfico considera que este tipo de campañas siguen siendo “imprescindibles para alertar de los riesgos que implica la conducción distraída o desatenta”. La vigilancia se llevará a cabo en las vías interurbanas y en las de ámbito urbano con la presencia específica de agentes. Además, la DGT cuenta con 253 cámaras instaladas en las carreteras capaces de detectar si el conductor utiliza el móvil mientras conduce y de tramitar sanciones de modo automático. ç

Multa por utilizar el móvil

Esta infracción grave de la ley de tráfico se castiga con una multa de 200 euros y la retirada de tres puntos del permiso de conducir, que son seis si el automovilista está sujetando el dispositivo con la mano.

Incluso el uso del modo manos libres se considera un peligro. “La conducción distraída es un fenómeno frecuente que ocurre cuando se desvía la atención de las tareas necesarias para conducir y al mismo tiempo se realizan otras actividades ajenas a la propia conducción, desviando la mirada de la carretera durante algunos segundos”, explica Tráfico.

Por encima de todas aparece el uso de los dispositivos electrónicos, según certifican algunos estudios. Es una de las distracciones que origina perturbaciones en casi todas las capacidades necesarias para conducir, entre ellas la cognitiva, la visual, la manual y la  auditiva.  

Uso de navegadores

“Se ha comprobado que actividades que obligan al conductor a desviar la mirada de la carretera por más tiempo y/o realizar actividades manuales combinadas con actividad cognitiva aumentan significativamente el riesgo de colisión”, argumenta la DGT.

La ley de tráfico también castiga expresamente con 200 euros de multa y la retirada de tres puntos el uso de dispositivos de navegación por GPS. 

Tráfico insiste en que el uso de estas herramientas es “una de las distracciones más habituales con severas consecuencias para la conducción atenta”, y hace hincapié en que el impacto y el riesgo de colisión varían en función de la naturaleza de la actividad y del tiempo que se dedique a ella. También influyen las circunstancias de la circulación, en especial la velocidad; cuanto mayor es, menor tiempo de reacción dispone el automovilista frente a los imprevistos.

Distracción y velocidad se convierten así en un binomio que aumenta muy significativamente los niveles de riesgo durante la conducción. Como consecuencia, los siniestros más frecuentes son la salida de la vía, el choque con el vehículo precedente y el atropello de peatones.

En campañas como estas, el uso indebido del teléfono móvil es la distracción sancionable más frecuente. En la celebrada del 9 al 15 de octubre de 2023, y a la que se sumaron 360 municipios de 41 provincias, el 38% de las denuncias fue por este motivo.