La infracción que supera a los excesos de velocidad en las autopistas

Un análisis del comportamiento de 38.000 conductores concluye que el 57% de los vehículos supera los límites genéricos de las vías rápidas.

Multas tráfico

Coches circulando de noche por una autopista.

A pesar de que los excesos de velocidad son el origen de dos de cada tres multas en España, no son siempre las infracciones más habituales. Después de revisar el comportamiento de los conductores en un tramo de la AP-68, que une Zaragoza con Bilbao, la compañía Autopistas ha detectado en que los automovilistas incumplen el reglamento de otros muchos modos distintos. 

Entre las conductas incorrectas más comunes, abundan el uso del teléfono móvil al volante, la utilización casi anecdótica de los intermitentes y, algo menos habitual, la falta de respeto de la distancia de seguridad.   

La compañía del grupo Abertis analizó 28.936 vehículos ligeros y 8.768 vehículos pesados, y recoge en su informe los resultados relacionados con cuatro tipos de infracciones.  

Excesos de velocidad

El análisis de Autopistas muestra que, casi por norma, los automovilistas superan la velocidad permitida. Lo hace el 57,3% de los conductores, pero, dice el informe, “un porcentaje elevado no supera los 130 km/h”. 

Las velocidades más altas en la autopista se registran los fines de semana, pero los autores del estudio han comprobado que los límites se superan ahora por menos margen. Así, ha disminuido el número de lo que denominan “grandes excesos de velocidad”, es decir, aquellos que superan los 160 km/h.

Una de las consecuencias principales de una velocidad excesiva es el efecto túnel, que reduce el campo de visión (y la capacidad de reacción) de manera inversamente proporcional al aumento de velocidad.

La ley de tráfico castiga los excesos de velocidad con multas de entre 100 y 600 euros y la retirada de entre 2 y 6 puntos.  

El uso del intermitente

Según el estudio, la infracción más común en la autopista es la falta de señalización óptica de las maniobras: los conductores no ponen los intermitentes, a pesar de que está sancionado con una multa de 200 euros.

“Solo el 33% de los vehículos ligeros señaliza la maniobra de adelantamiento y regreso al carril de origen con el intermitente”, recoge el informe. En cambio, el conductor de un vehículo pesado “es más riguroso” con el uso de esta señalización de aviso, que permite al resto de conductores conocer la maniobra con antelación. 

Uso del móvil

El informe recién publicado señala, por otra parte, que el 3% de los conductores sigue usando su teléfono durante la conducción. “Si nos quedáramos observando un punto fijo de un tramo de la autopista, en una hora veríamos a cerca de 35 conductores con el móvil en la mano”, señalan los autores del texto.

Uno de cada tres accidentes de tráfico con víctimas mortales que se registraron en 2021 estuvo causado por algún tipo de distracción, según datos de la DGT. Desde marzo, la ley de tráfico castiga con la retirada de seis puntos a quien use el móvil al volante sujetándolo con la mano. 

Coches circulando de noche por una autopista.

Distancia de seguridad

Tampoco se guarda siempre en las vías rápidas la distancia de seguridad. Según los datos de Autopistas, “cerca de un 11% de los vehículos ligeros no la respetan”.

El reglamento de circulación indica que un conductor debe dejar con el vehículo precedente “un espacio libre que le permita detenerse, en caso de frenado brusco, sin colisionar con él, teniendo en cuenta especialmente la velocidad y las condiciones de adherencia y frenado”. Incumplir esta norma (infracción grave) se castiga con 200 euros de multa y la retirada de cuatro puntos del permiso de conducir.  

Cinturón de seguridad

Una de las infracciones menos habituales en las autopistas es el mal uso del cinturón de seguridad. Después de observar a casi 38.000 vehículos, el informe concluye que “prácticamente el 100% de los conductores y acompañantes lleva el cinturón”.

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Sergio Amadoz

Periodista especializado en seguridad vial. Editor y redactor de El Motor desde 2016. Empezó a escribir de fútbol en 1998 en Diario 16 y ha trabajado en varios proyectos de Prisa Media desde 2000. Licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra, es autor de ‘Aquí no se rinde ni Dios’ (2020).

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