La nueva trampa de la matrícula para evitar las multas de los radares

En España, la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial establece que las matrículas de los vehículos que circulan por las diferentes vías deben ser perfectamente legibles. No mantener la placa en condiciones perfectas de lectura puede dar como resultado sanciones administrativas. Sin embargo, cada caso deberá ser evaluado individualmente, considerando las circunstancias específicas.

Para que el conductor pueda tener alguna posibilidad de librarse de la sanción (aunque no es una garantía absoluta) habría que estudiar diversos factores, incluyendo el motivo por el cual la matrícula no es legible y la interpretación que de ello hagan las autoridades. Entre los motivos justificados, se encuentra la suciedad de la carretera o los daños recientes. El conductor podría argumentar la falta de control sobre la situación, aunque debería demostrar celeridad para solucionarlo rápidamente. 

Si se determina que la matrícula ha sido manipulada intencionadamente para dificultar su lectura (en los dígitos como las letras) o con algún elemento que tape o dificulte su correcta visión, supone una infracción grave. El castigo es de 200 euros sin pérdida de puntos. Por el contrario, si se han manipulado las placas alterando los elementos, usando algún sistema para ocultarlas o portando una identificación que no le pertenece, la multa puede llegar hasta los 6.000 euros y seis puntos en el carnet.

El nuevo truco para tapar la matrícula

Hace unos días se ha hecho viral una publicación en YouTube en la que se muestra cómo engañar a las cámaras de los radares de tráfico, en este caso las de Estados Unidos, mediante un sistema que emplea tecnología para ocultar la placa de la matrícula de los automóviles. La estafa es bastante simple. Tan solo se debe de presionar el botón de un mando a distancia para que el sistema oscurezca la matrícula trasera del vehículo.

El dispositivo se vende libremente en internet y consta de un control remoto y una placa transparente que se coloca sobre la matrícula, permitiendo que esta siga siendo invisible a simple vista. Esta lámina transparente está conectada a la corriente eléctrica del vehículo (parece que a las luces que alumbran la matrícula) para que se pueda comunicar con el mando del control remoto y, sobre todo, para que pueda oscurecer la matrícula al recibir la corriente eléctrica para eludir los radares.

Cristal PDLC

Esta tecnología aplicada a la trampa de la matrícula no es nueva. En principio se trata de un cristal inteligente llamado PDLC. Este producto de alta tecnología cambia su estado de opaco a transparente y viceversa instantáneamente, con tan solo apretar un botón, gracias a la aplicación de corriente eléctrica sobre la lámina. PDLC son las siglas en inglés de Cristal Líquido Polimérico Disperso. Con esta tecnología se puede tener un cristal transparente en su estado natural, cuando no recibe corriente, y opaco cuando recibe electricidad.

Algunos coches del mercado ya cuentan con esta tecnología para oscurecer sus techos solares, como, por ejemplo, el Tesla Model 3, el BMW Serie 3 o el Mercedes-Benz Clase E. Aunque ha sido Renault el primer fabricante que utiliza este sistema con funciones de opacificación total y parcial por segmentos. Su innovador techo Solarbay instalado en el Scenic, se vuelve opaco por segmentos utilizando la tecnología PDLC, basada en el desplazamiento de las moléculas por el propio cristal gracias a un campo eléctrico.