La patronal de estaciones de inspección técnica de vehículos (ITV) ha recuperado una de las reivindicaciones más repetidas en los dos últimos años. AECA-ITV solicita que los ayuntamientos que delimiten zonas de bajas emisiones (ZBE) utilicen las cámaras de estas áreas para localizar y denunciar vehículos con la inspección caducada.
“Además de controlar el acceso de los vehículos con un determinado etiquetado ambiental, se debe garantizar que aquellos que circulen por las áreas con restricciones tengan la inspección técnica en vigor”, sostiene Guillermo Magaz, director gerente de AECA-ITV.
Desde el punto de vista de esta asociación, en palabras de Magaz, “la ITV permite identificar aquellos vehículos cuyas emisiones contaminantes exceden los límites permitidos por la normativa. Por tanto, tener la ITV en vigor entendemos que debería ser una premisa para el acceso a las ZBE”.
AECA-ITV insiste en su demanda ahora que los municipios de más de 50.000 habitantes están obligados por ley a contar con una zona de bajas emisiones. Desde el 1 de enero de 2023, deberían estar en marcha en 149 municipios, pero la mayoría de ellos no las han activado.
A ojos de la patronal de centros de inspección, la vigilancia de la obligación de someterse a la ITV es una cuestión de voluntad municipal, ya que los medios técnicos necesarios son de uso común en las ciudades con áreas restringidas.
Las cámaras dotadas de lector OCR situadas en las entradas de las ZBE permiten cruzar la información obtenida (la matrícula de los vehículos) con los datos de la Dirección General de Tráfico (DGT). Al mismo tiempo que se comprueba el distintivo ambiental de un vehículo para determinar una posible sanción, podría revisarse si este tiene o no la ITV en vigor.
En paralelo, AECA-ITV propone aprovechar para el mismo fin el registro de matrículas de las zonas de estacionamiento regulado.
Absentismo en la ITV
AECA-ITV ha asegurado que esta medida de control no sólo serviría para mejorar la calidad del aire de las ciudades, sino que también resultaría fundamental para reducir el elevado absentismo en la inspección que se registra en la actualidad, y que alcanza el 36,4%.
“Se trata de una cifra que representa un peligro para la seguridad vial y el medioambiente, ya que significa que muchos vehículos podrían estar circulando por nuestras carreteras y ciudades sin cumplir con las condiciones necesarias”, explica esta organización. “Los conductores que no van a la inspección, no lo hacen porque sospechan que no la superarían”, explica Magaz.
Algunos municipios ya aplican el sistema propuesto por esta organización. En agosto de 2022, los responsables de Tráfico y Movilidad del Ayuntamiento de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) instalaron 10 cámaras de vigilancia con lectura de matrículas. Entre sus objetivos, aparte de “mejorar la seguridad” y “modernizar la gestión policial”, estaba la elaboración de listas blancas o negras para limitar el acceso a zonas restringidas.
Coches robados y seguro en vigor
Además, los dispositivos de Sanlúcar están conectados con la DGT y revelan si un coche está en busca y captura, ha pagado la ITV y tiene el seguro en vigor, así como su clasificación medioambiental.
El mismo plan anunció en noviembre pasado el Ayuntamiento de Enguera (Valencia), una localidad de poco más de 5.000 habitantes que anunció tres cámaras con capacidades similares. Colmenar Viejo (Madrid) las utiliza desde 2018, y el municipio sevillano de Bormujos estrenó en 2021 un dispositivo móvil de lectura que, igualmente, localiza vehículos sustraídos, sin póliza o con la inspección caducada. En muchos casos, con la ITV salta la alarma.
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Periodista especializado en seguridad vial. Editor y redactor de El Motor desde 2016. Empezó a escribir de fútbol en 1998 en Diario 16 y ha trabajado en varios proyectos de Prisa Media desde 2000. Licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra, es autor de ‘Aquí no se rinde ni Dios’ (2020).