Coches de segunda mano: cómo detectar las mentiras más habituales y evitar un timo

Impulsados por la escalada de precios que están experimentando los coches nuevos, cada vez son más los conductores que recurren al mercado de segunda mano para renovar su garaje particular. Una apuesta que puede ser arriesgada si no están preparados para identificar las mentiras que más se cuentan en el proceso de venta de un vehículo usado.

Sólo ha tenido un dueño

Uno de los clásicos embustes es la cantidad de propietarios que ha tenido el coche: ocultar el número real sirve para fijar un precio más alto. ¿La razón? Cuantos más dueños haya tenido, más probabilidades existen de que haya sufrido desperfectos debido a las formas de cada uno al volante, al nivel de uso que le hayan dado…

La manera de saber si el vendedor está mintiendo pasa por pedir el informe detallado de la DGT (8,67 euros en 2024). En el tercer apartado, Historial de titulares, aparecen todas las transferencias que ha tenido el coche.

Poco uso

Esta es una de las mentiras más recurrentes que emplean algunos vendedores. Aseguran que el coche apenas ha sido usado para pedir una mayor cantidad de dinero por él. Sin embargo, es fácil comprobar este punto: basta con echar un vistazo al cuentakilómetros.

Si existe alguna sospecha de que esta cifra haya sido manipulada, es posible pedir tarjeta de la ITV, solicitar un informe de antecedentes en Tráfico e, incluso, llevarlo a un taller para que lo conecten a una máquina de diagnosis.

Siempre duerme en garaje

Esta es otra de las afirmaciones que suelen hacer. No hay documentos oficiales para desmentirla, pero sí es posible fijarse en algunos detalles propios de los coches que duermen en la calle: toques en la carrocería, marcas en la pintura (procedentes de los excrementos de los pájaros y de los árboles), colores sin brillo, faros opacos, componentes de goma secos…

El mantenimiento está al día

Hay vendedores que afirman haber cuidado al detalle el vehículo que venden realizando todos los mantenimientos obligatorios. Muchos añaden, incluso, que estas revisiones han tenido lugar en los talleres oficiales de la marca.

Comprobar este punto es tan sencillo como pedir el libro de mantenimiento: si ha sido como asegura, el taller (tanto oficial como no) lo habrá sellado. Si no dispone de él, otra fórmula pasa por solicitar las facturas de cada operación. Si no tiene ninguno de estos documentos, hay razones para sospechar de sus palabras.

Nunca ha tenido un accidente

En ocasiones, los vendedores maquillan el historial de accidentes de un coche por el mismo motivo que impulsa a otras mentiras: sacarle el mayor rédito posible. Sin embargo, no existe ningún documento oficial que registre estas incidencias y, por ello, es aconsejable que un profesional revise tanto el exterior como el interior del vehículo.

No consume mucho

Hay vendedores que mienten cuando un posible comprador le pregunta por el consumo del coche en el día a día. De esta manera, intentan convencerle de que ahorrará en combustible para cerrar la operación.

No es difícil saber si la cifra que han dado es real o no: se puede comprobar el consumo homologado en la ficha técnica, disponible en la web de la marca.