Hay en España cada vez más accidentes de tráfico, pero menos víctimas mortales. Y sobre todo menos conductores que fallecen: el drama se concentra en los motociclistas, los peatones y los ciclistas, más un número creciente de usuarios de patinetes eléctricos.
Entre 2008 y 2019 se registraron 1.113.963 siniestros con víctimas (mortales, graves o leves). El 40,5% de los siniestros tuvo lugar en vías interurbanas; en el resto (59,5%) reside la clave. Los accidentes urbanos han desequilibrado la balanza. Por eso en 2019, por primera vez en la historia, los usuarios vulnerables supusieron más de la mitad de las víctimas mortales.
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Quienes salen peor parados, a la vista de las cifras de un estudio de la Fundación Mutua Madrileña y la Fundación Gaspar Casal, son los motoristas. En 2010 representaban dos de cada diez fallecidos y hospitalizados; en 2019 el porcentaje creció hasta el 30%. Si se observa solo el número de muertes, uno de cada cuatro fueron motoristas en 2019.
El informe analiza el periodo comprendido entre 2008 y 2019, después del estreno del carnet por puntos (2006) y antes de la pandemia, cuando la movilidad se desplomó y distorsionó la estadística. En el descenso en el número de víctimas mortales influyen, según los autores del análisis, “el endurecimiento de la legislación” y “las mejoras en las medidas de seguridad pasiva de los vehículos”.
Pero también han cambiado las costumbres de conductores y peatones. Desde 2016 las distracciones son el primer motivo de accidente en España. El uso del móvil al volante causa salidas de vía en las carreteras, pero también atropellos en las ciudades. Y la mayor presencia de personas vulnerables en la movilidad urbana (ciclistas y usuarios de patinetes) ha influido asimismo en el vuelco registrado en la siniestralidad vial.
Más accidentes
El volumen de accidentes de tráfico con víctimas –de cualquier gravedad– no ha dejado de crecer en España desde 2012 (con la única excepción de 2017), con un aumento del 25,2% entre 2012 y 2019. Y otro dato se repite desde hace años: tres de cada cuatro muertes se producen en vías interurbanas.
Sin embargo, se ha reducido el peso de los fallecidos en turismos (del 48% al 37%) y se ha registrado un incremento de peatones y motoristas en la cifra total de víctimas mortales. Representaban en 2008 un 16% en ambos casos, frente al 22% y un 24% actuales, respectivamente.
Comunidades con más víctimas
Con datos de 2019, Galicia, La Rioja y Castilla y León son, según el informe, las comunidades donde el riesgo de muerte por accidente de tráfico es más elevado. Galicia registra una tasa de 6,4 fallecidos por cada 100.000 habitantes, seguida por La Rioja (5,9) y Castilla y León (5,8).
En el otro extremo, las tasas de mortalidad más bajas son las de Madrid y Canarias, con tasas de 2,2 y 2,8 fallecidos por cada 100.000 habitantes, respectivamente.
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