El Lexus LC es uno de los modelos más deportivos dentro de la gama del fabricante japonés y ahora recibe una puesta al día que afecta lo mínimo en materia de imagen y equipamiento, optando por centrarse en mejorar todavía más su comportamiento y respuesta.
En concreto, y entre otras medidas, Lexus ha ahorrado diez kilos de la masa no suspendida del cupé debido al empleo de materiales ligeros, tanto en las llantas traseras como en la suspensión. En esta se ha variado el diseño y el diámetro de las barras estabilizadoras, que también ofrecen una mayor rigidez en el eje trasero, mientras que ha aumentado el recorrido de los amortiguadores delanteros. El resultado es una conducción más suave y una mayor comodidad para los pasajeros.
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Pero la cosa no se queda ahí, y es que la dirección del Lexus LC también recibe novedades interesantes. Por un lado, el eje trasero es direccional, lo que aumenta la maniobrabilidad y estabilidad del vehículo. Por otro, recibe el sistema Active Cornering Assist, que se encarga de actuar sobre el freno de las ruedas interiores en las curvas, lo que permite mejorar su paso por estas.
Lexus ha incorporado igualmente mejoras en la cajas de cambio automática con las que está disponible el LC 500h, permitiendo que apure más las relaciones y consiguiendo así una mejor respuesta.
En segundo plano quedan las pocas novedades estéticas y del habitáculo, que pasan por una paleta de colores ampliada para la carrocería, llantas con acabado ‘Dark Graphite’, tapicería de cuero en tono ‘Flare Red’ y compatibilidad con Android Auto y Apple CarPlay para su sistema de conectividad, con una pantalla de 10,3 pulgadas.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.