Llega otro AMG a la familia Mercedes: turno del GLE

Todavía está por llegar la versión top de la gama (GLE 63 AMG), pero por el momento los fans de la mezcla todoterreno + deportividad pueden entretenerse con el Mercedes GLE 450 AMG. El modelo hereda motor y mejoras mecánicas de su hermano, el GLE 450 AMG Coupé.

Empecemos con la lista de bondades de la que hace gala.

La primera es el motor, el mismo que su hermano, un 3.0 V8 biturbo que desarrolla 367 CV de potencia y 520 Nm de par máximo disponible desde las 2.000 rpm. El bloque va asociado a una caja de cambios automática 9G Tronic de nueve velocidades y manda la fuerza a las cuatro ruedas mediante un sistema de tracción integral 4Matic, con un reparto 40:60 entre el eje delantero y el trasero.

Calza llantas de 20 pulgadas con neumáticos 265/45, la suspensión Airmatic está firmada por AMG (pude rebajarse hasta 15 mm), lo mismo que la dirección, lo que significa una mejor respuesta y una conducción más deportiva. Además, el SUV ofrece cinco modos de conducción diferenciados (Individual, Comfort, Slippery, Sport y Sport Plus) que modifican parámetros como la relación de marchas, la respuesta del acelerador o el sonido del motor, entre otros.

El resultado es una aceleración de 0 a 100 en 5,7 segundos y una velocidad máxima de 250 km/h, con un consumo homologado en ciclo mixto de 8,6 l/100 km y unas emisiones de CO2 de 199 g/km.

Sus dimensiones no varían respecto al modelo normal, pero si su imagen, que incorpora los aditivos AMG a los que estamos acostumbrados: parrilla con dos listones, paragolpes específicos, carcasas de los retrovisores en negro, llantas de cinco radios dobles y un difusor con cuatro salidas de escape integradas.

El habitáculo es bastante sobrio, con la tapicería de cuero Nappa negro dominando pero cediendo algo de espacio a los apliques de aluminio y a la moldura de acabado lacado que decora la consola central. Otros detalles específicos de la versión son los relojes del cuadro de instrumentos y los pedales de acero inoxidable.

Más que suficiente para amenizar la espera hasta el AMG ‘gordo’.