¿Hay algo peor que encontrar una sanción en el parabrisas del coche? Sí, que sea falsa, el conductor no sepa identificarla y se convierta en víctima de una estafa. Y es que este fraude no conoce fronteras: razón por la que las autoridades han dado las claves para reconocer una multa falsa.
La Policía Municipal de Madrid ha utilizado sus redes sociales para recordar a los conductores uno de los peligros existentes en las calles de la ciudad, que, sin embargo, no conoce límites: es una práctica extendida, incluso, a otros países. Nada tiene que ver con lo que sucede sobre el asfalto, sino con lo que puede ocurrir cuando aparcan en la calle: multas falsas.
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Existe una presunta estafa protagonizada por sanciones ficticias que aparecen en los parabrisas de algunos vehículos en la capital: son, en realidad, fotocopias que simulan ser multas de tráfico.
En este caso, el encabezamiento muestra el logo del Ayuntamiento de Madrid, un número que hace referencia a la presunta clave de la infracción cometida, el hecho denunciado y el precepto infringido. A continuación, especifican la cuantía de la sanción (100 euros) y el importe a pagar con la opción de pronto pago (50 euros). La clave viene tras estos datos: figura un código QR y una referencia.
Cómo reconocer una multa falsa
La Policía Municipal ha explicado la clave para reconocer este tipo de sanciones fraudulentas. Ni sus boletines, ni los emitidos por los Agentes de Movilidad y los controladores del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) tienen códigos QR. Por seguridad, hay que evitar escanearlo con el teléfono móvil.
Añaden, al mismo tiempo, que cualquier sanción que un conductor encuentre en el parabrisas de su coche se envía, posteriormente, por correo certificado o a través de la dirección electrónica vial. Las multas reales, asimismo, incluyen otros apartados más detallados que los mostrados en las falsas.
No sólo ocurre en España
Este tipo de estafas afectan a conductores de más países. En Reino Unido, los delincuentes emplean códigos QR en los parquímetros. Aparecen como una opción de pago rápido: cuando el conductor escanear el código falso e introduce los datos de tu tarjeta, no está abonando el estacionamiento. Está enviando el dinero a los estafadores.
En Estados Unidos sí operan como en España. Algunos conductores se han encontrado multas de aparcamiento falsas en el parabrisas de su vehículo con un código QR. En el caso concreto de San Francisco, por ejemplo, mandaba a los usuarios a una web de la Agencia de Transporte Municipal (SFMTA) que era falsa.
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