Jeep ha sido una de las marcas que más ha tardado en incorporar mecánicas electrificadas a su gama, pero ahora lo ha hecho por partida doble. Los Renegade 4xe y Compass 4xe comparten sistema de propulsión híbrido enchufable y llegarán al mercado por 40.900 y 44.900 euros, respectivamente. Se trata de la edición especial First Edition, que incluye equipamiento extra y ventajas para los compradores.
Más información
La serie se ofrecerá en dos variantes, la Urban, basada en el acabado S; y la Off-Road, que parte del Trailhawk. La primera calza llantas de 19 pulgadas y la segunda de 17, pero ambas tienen elementos comunes de equipamiento: faros delanteros de alta visibilidad (Full LED en el caso del Renegade y bi-xenón en el Compass), navegador con pantalla táctil de 8,4 pulgadas, integración de smartphone, información sobre el nivel de carga de la batería y la autonomía restante, asistente de aparcamiento, control de ángulo muerto, retrovisores eléctricos, cámara trasera, acceso y arranque sin llave, y la posibilidad de optar por cinco colores distintos para la carrocería (Azul Shade, Negro Carbon, Gris Sting, Blanco Alpine y Gris Granito).
Además, los clientes que hagan una prerreserva por 500 euros recibirán una garantía extendida de 5 años (de 8 años para la batería) y un Wallbox de recarga. Con una potencia de hasta 3 kW, el poste rellena la batería en tres horas y media (con la posibilidad de subir la potencia a 7,4 kW y reducir a 100 minutos el tiempo de recarga).
El Jeep Renegade 4xe y el Compass 4xe comparten el mismo apartado mecánico, combinan un motor 1.3 turbo de gasolina con uno eléctrico para entregar, en el Renegade, 190 CV o 240 CV. En el Compass, solo está disponible la versión más potente, con la que ambos SUV aceleran de 0 a 100 km/h en unos 7 segundos. Gracias a la batería de 11 kWh, son capaces de circular hasta 50 kilómetros en modo eléctrico, con una velocidad punta de hasta 130 km/h.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, Twitter o Instagram
Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.