La ley está acorralando al diésel, al que cada vez le quedan menos alternativas… lo que no tiene que significar necesariamente que esté acabado. Una de sus opciones para poder seguir circulando es formar parte de sistemas híbridos ya que, por definición, son considerados como vehículos con etiqueta ECO. Mercedes ha optado por este camino y ha presentado el Mercedes C 300 de, un PHEV cuyo corazón es de gasóleo.
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Emplea un motor 2.0 turbodiésel tetracilíndrico de 194 CV y 400 Nm que se combina con un bloque eléctrico que añade 122 CV extra para conseguir una potencia conjunta de 306 CV y un par máximo de 700 Nm. Todo ello se asocia a una caja de cambios automática 9G-Tronic, con lo que consigue unas prestaciones bastante interesantes: 0-100 km/h en 5,6 segundos (5,7 en el caso de la carrocería familiar) y 250 km/h de velocidad máxima autolimitada.
La clave, no obstante, está en la presencia de una batería de ión-litio de 13,5 kWh que le otorga una autonomía eléctrica de 57 kilómetros (según el antiguo ciclo NDEC) y le permite homologar un consumo de 1,6 l/100 km. Cuenta de serie con un cargador de 7,4 kW que permite una recarga completa en hora y media, alargándose el tiempo a cinco horas si se utiliza una toma de corriente convencional.
Está previsto que el Mercedes C 300 de se ponga a la venta a mediados de 2019, pero no estará solo ya que la marca alemana complementará la gama con otra alternativa PHEV con motor de gasolina.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.