Mercedes ha entrado más tarde que sus rivales en el segmento de los pick-up, pero ha abierto la veda para los muchos fabricantes que seguirán sus pasos. Por eso tiene la oportunidad de marcar el ritmo para esta nueva hornada, oportunidad que no va a perder. El siguiente paso en su estrategia ha sido transformar el Mercedes Clase X en autocaravana.
Lo ha hecho recurriendo a Tischer, empresa especializada en estas tareas que ya ha presentado opciones similares para el Nissan Navara (en el que está basado el Mercedes Clase X) o el Volkswagen Amarok, entre otros.
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Se trata de un kit de conversión de montaje relativamente sencillo que añade una cabina a la parte posterior del vehículo. Una vez acoplada ofrece una suerte de habitación con más capacidad de la que se podría pensar a primera vista. En la parte superior, sobre el techo del Clase X, se encuentra una cama de hasta 1,5 metros de anchura. En la zona intermedia hay una cocina y tres asientos, pudiendo estos últimos convertirse en una segunda cama. Por último, en la parte que está fuera de la caja de carga hay una altura de hasta 2 metros para estar de pie.
Y no queda ahí la cosa, también está equipada con un baño bastante completo que está formado por lavabo, retrete e incluso una ducha.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.