La sustracción de cables eléctricos para venderlos al peso como chatarra no es nada nuevo. Instalaciones municipales, tendidos ferroviarios y edificios en construcción han sido desde hace tiempo objetivos de este tipo de delincuencia.
Ahora, el despliegue de redes de recarga eléctrica para los coches a batería ha abierto un nuevo campo de acción para los amigos de lo ajeno, que ven en los cargadores públicos otra oportunidad para la sustracción de metal.
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Los postes de carga permanecen en la vía pública a merced de estos delincuentes que, como ya han demostrado en otros países, no dudan en seccionar los cables de conexión, incluso con los vehículos enchufados. Un nuevo tipo de robo para obtener metales valiosos que se suma al creciente robo de catalizadores en los vehículos.
Ahora, esta moda ya se ha instalado en España y una de sus víctimas fue Cristóbal Soria, tertuliano conocido por su participación en programas como El Chiringuito de Jugones. El exdelegado de campo del Sevilla comenta lo sucedido en un Carrefour de esta ciudad andaluza.
La alarma ya cundió el año pasado en Estados Unidos, cuando una ola de actos vandálicos asoló la red de supercargadores que Tesla tiene desplegada en aquel país. Los ladrones cortaban de raíz los cables de carga para hacerse con el cobre que contienen y revenderlo como chatarra.

Europa, también víctima
Y como era previsible, el delito ha llegado al Viejo Continente, donde aparte de España, ya se han denunciado casos similares en países como Holanda o Francia. Con un precio de unos ocho euros el kilo, el cobre es un metal con una gran demanda y es muy codiciado por los delincuentes, que encuentran así una forma de ganar un dinero fácil revendiéndolo al peso.
De hecho, en 2020 en Ámsterdam se registró el robo en una sola noche de 21 cables de carga de Tesla Model 3.
¿Cómo evitar el robo de cables?
Hay algunos consejos que pueden ayudar a evitarlo. En el caso de ser un cargador particular, se debe instalar en un lugar seguro. Para ello se puede recurrir a una ubicación estratégica. Si no es posible tener un lugar cerrado, buscar una ubicación que no sea visible desde la calle o áreas públicas y evitar colocar el cargador en un lugar fácilmente accesible.
También se puede recurrir a otros sistemas de defensa:
- Candados y cerraduras: si se tiene un armario o caja para el cargador, asegurarlo con candados o cerraduras. Esto dificultará el acceso no autorizado.
- Cámaras de seguridad: instalar cámaras de seguridad cerca del cargador. Esto disuadirá a posibles ladrones y proporcionará evidencia en caso de robo.
- Cable retráctil: considerar el uso de un cable retráctil. Estos se enrollan automáticamente después de cargar el vehículo, lo que reduce la exposición y el riesgo de robo.
Si el coche se está cargando, algunos modelos incluyen un sistema de alarma sonora que se activa cuando deja de haber continuidad eléctrica. Además, se pueden activar notificaciones en el móvil para que avisen cuando el vehículo deje de cargar de forma inesperada.
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