A la hora de poner a punto el coche, hay quien opta por la vía rápida: otros conductores, sin embargo, son más aplicados y llevan a cabo un esfuerzo adicional para hacer una limpieza más profunda. En ambos casos se usa la misma herramienta, que debería permanecer lejos de la carrocería: palabra de experto.
En el grupo de Facebook Exotic Car Spotting Australia se dedican a inmortalizar exclusivos modelos que son interceptados en las carreteras y calles del citado país. Una de las últimas imágenes muestra un Aston Martin en un lavadero de coches y las reacciones no se han hecho esperar: “No se merece eso”.
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Lo mismo sucede con una fotografía en la que aparece un McLaren 750S: “Es más lijar que lavar”. ¿Qué tienen en común ambas instantáneas? Los dueños de los modelos británicos están limpiándolos y para ello están usando un cepillo como el que hay en casi todas las gasolineras.
Lejos de los coches
Estas herramientas, ¿son realmente malas para la pintura de cualquier coche? La respuesta llega de la mano de Kaiju Car Care, una empresa de productos de limpieza de vehículos. Como expertos aseguran que los cepillos son una de las peores cosas que se pueden usar para limpiar un coche: “Hay que mantenerlos alejados de ellos”.
El problema de estos cepillos, que suelen estar junto a los surtidores de gasolina para que los conductores los usen y también en los lavaderos para emplearlos antes de activar la pistola de agua, es que su estado depende del resto de usuarios.
El peligro de los cepillos
Hay quien los emplea sin cuidado alguno, los dejan caer al suelo, los usan sobre superficies con un elevado nivel de suciedad que necesitan otro tratamiento, etc.
Por lo tanto, entre las cerdas del cepillo, se pueden atrapados restos de suciedad, piedras pequeñas… El siguiente conductor puede sacudirlo o, incluso, rociarlo con la manguera de alta presión, pero no eliminará estas partículas.
Cuando lo use creará cientos de pequeños rasguños en la pintura. Normalmente y si hay suerte, con un poco de esfuerzo y pulimento se debería poder quitar la mayoría de las marcas.
Eso sí, si hay algo escondido dentro del cepillo, como una pequeña piedra, y el conductor no se da cuenta hasta que ha terminado de aplicar el jabón por todo el vehículo… las consecuencias serán más graves. Y es que cuando el arañazo se puede sentir con la uña, lo más probable es que no se pueda pulir y la marca se quedará en la pintura.
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