¿Es esta la edad dorada de las divisiones de personalización de las marcas de automóviles? Si la respuesta es que no, poco le falta, y es que rara es la semana en la que algún fabricante no muestra una de estas preparaciones “caseras”.
Entre las más activas tenemos a Porsche, cuya escuadra Porsche Exclusive ha ido sacando a la luz todo tipo de trabajos desde hace un año. Ha ofrecido sus versiones del 911 Turbo y también del Cabriolet, tampoco el Cayenne S se libró y ahora se ha decantado por el Cayman S.
A nivel exterior se ha enfatizado el contraste bitono blanco/negro. El primero impregna la carrocería, mientras que el segundo da forma a una gran variedad de elementos: las entradas de aire laterales, el nombre del modelo en los faldones, los marcos de los faros y parte de los retrovisores. Además, los grupos ópticos están ahumados, se añade una salida de escape doble deportiva y calza llantas SportTechno de dos colores y 20 pulgadas de diámetro.
Cabría esperar el mismo combo blanco/negro en el interior, pero en Porsche Exclusive han optado por mantener el primero y emplear como segundo tono el marrón. Éste es el principal, estando presente en toda la tapicería de cuero que cubre asientos, paneles de las puertas y salpicadero, y el blanco aporta el contraste en los distintos apliques y la consola central.
Otros detalles exclusivos son el logo de Porsche bordado en el reposabrazos central y el reloj analógico situado entre las salidas de ventilación centrales.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.