La primera prueba dinámica del Citroën C3 confirma las sospechas. Este pequeño SUV tiene la mayoría de los ingredientes para ser un éxito en las ventas, sobre todo entre aquellos conductores que necesiten los distintivos medioambientales ECO o Cero de la DGT sin hacer una gran inversión económica.
Antes de entrar en detalles de conducción, es de agradecer la simplicidad de la oferta mecánica, que facilita mucho poder escoger el Citroën adecuado para cubrir las necesidades particulares. Las opciones son dos, motor eléctrico o de gasolina, a las que se sumará un motor microhíbrido montado sobre la conocida plataforma de Stellantis.
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Por otro lado, los acabados disponibles también van a ser únicamente dos, You y Max. La principal diferencia entre ambos son las calidades de algunos acabados y accesorios y el sistema de infoentretenimiento, que en los Citroën C3 You pasa a ser el smartphone colocado sobre un soporte habilitado para ello.
Otro aspecto del nuevo Citroën C3 es que gana tamaño. Crece hasta los cuatro metros de largo y, sobre todo, se eleva. Poco queda ya del C3 que lo diferencie del Aircross, por lo que la marca ha decidido hacer crecer también a este segundo coche.
La estructura del frontal, con en dos alturas, le da un aspecto mucho más corpulento que en las ediciones anteriores. En el interior, las nuevas medidas se trasladan creando una mayor habitabilidad y dando más espacio en altura a las plazas traseras. Obviamente, el maletero también gana capacidad y se queda en los 310 litros para todas las motorizaciones, sin diferencias.
¿C3 o ë-C3?
Las diferencias entre el Citroën C3 y el ë-C3 radican en el motor, ya que estéticamente son exactamente iguales. La versión eléctrica monta la plataforma de Stellantis con 113 CV de potencia y una batería de 44 kWh que le da hasta los 320 kilómetros de autonomía en ciclo combinado. Este mismo año, más adelante, llegará una nueva opción eléctrica con una batería algo más pequeña y, por lo tanto, menos autonomía, pero también un precio por debajo de los 20.000 euros.
El C3 de gasolina equipa un Puretech 1.2 de 100 CV, que será también el motor de la plataforma microhíbrida, la misma que lucen otros modelos del grupo como el nuevo Lancia Ypsilon. En este caso, el cambio es manual de seis marchas y el freno de mano, de palanca en vez de eléctrico.
A la hora de conducir ambas versiones, el C3 resulta cómodo gracias a una suspensión que se adapta bien al asfalto y una dirección que se ajusta sobre todo a las necesidades de los recorridos urbanos. El tacto de los pedales en el ë-C3 es natural, no hay una frenada regenerativa brusca y la aceleración es bastante suave y progresiva para tratarse de un eléctrico puro. En la versión de gasolina, el cambio de marchas presenta cierta holgura.
La tecnología justa y necesaria
El nuevo Citroën C3 es minimalista en su diseño interior. La presencia de plásticos en el salpicadero está combinada con acabados en material textil, lo contribuye visualmente a elevar la calidad. El cuadro de instrumentos da un paso atrás y sube en su posición detrás del volante, lo que facilita su visibilidad.
La pantalla de infoentretenimiento de 10,25 pulgadas estará disponible solo en la versión Max, mientras que en la You su sustituto será un soporte homologado para conectar el propio teléfono móvil. La gestión del climatizador se coloca debajo, con botones físicos, haciendo fácil su uso.
En el resto de posibilidades de conectividad, además del típico bluetooth y el navegador incorporado en el sistema, junto con Android Auto y Apple Car, se completan con diferentes conectores para cargar el móvil, así como una plataforma de carga inalámbrica.
El nuevo eléctrico asequible
El nuevo Citroën C3 es popular, pero no de baja calidad. Es un coche suficiente para recorrer la ciudad, sobre todo en su versión eléctrica, y capaz para salir a vías interurbanas en su versión de gasolina. Lo mejor de todo es que está versatilidad no sale más cara.
El ë-C3 llega para romper en el mercado con un precio que está en los 23.800 euros y que sube a los 28.300 euros en la versión Max. Además, la nueva versión con batería más pequeña, perfecta para conseguir la etiqueta Cero de la DGT y quedarse en la ciudad, tendrá un precio aún más competitivo.
El nuevo Citroën C3 de gasolina también va a resultar una apuesta muy interesante para aquellos que no quieran o no necesiten un vehículo eléctrico. Su precio parte de los 14.990 euros, colocándose entre los modelos más asequibles del mercado actual.
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