¿Qué son un coche targa o un ‘hatchback’?: las carrocerías y sus peculiaridades

Hay varios tipos de clasificaciones que ordenan las carrocerías. La primera hace referencia a los volúmenes que tiene el vehículo. En un monovolumen, el hueco del motor, el habitáculo y el maletero están integrados; en un dos volúmenes, el motor está separado del resto. Por último, en un tres volúmenes, cada espacio es independiente.

Esta clasificación hace referencia a cómo se relacionan el chasis y la carrocería. El chasis independiente lleva incorporada toda la mecánica y podría rodar sin carrocería. La plataforma con carrocería separada es similar, pero está formada por varios elementos soldados entre sí. La carrocería autoportante es la más habitual actualmente, con múltiples piezas soldadas para formar la estructura del vehículo. Por último, el chasis monocasco es el que está hecho de una sola pieza.

Un dos puertas solo cuenta con las de piloto y copiloto, siendo un formato característico de los deportivos. El tres puertas suma un portón trasero que incluye la luna. Un cuatro puertas tiene también para las plazas traseras, pero el maletero no incluye la luna. Y un cinco puertas es igual, pero sí dispone de portón.

Utilizada para describir modelos del segmento C o inferior, también conocidos como hatchback. Suelen ser tres o cinco puertas, ofrecen espacio para la cabeza en las plazas trasera y su voladizo tarsero suele ser corto.

Su rasgo distintivo es la caída del techo, más estilizada de lo habitual, lo que da lugar a una imagen más deportiva, pero que penaliza el espacio para las plazas traseras (si es que las hay) y del maletero.

Se consideran sinónimos, pero tradicionalmente tienen diferencias entre sí. La primera es el tamaño, considerando sedanes a los más pequeños, y la segunda es el número de puertas, pues se tiende a afirmar que las berlinas son las que tienen portón.

Una variante aplicable a varios de los tipos anteriores, que se caracteriza por alargar el voladizo trasero, así como la línea del techo, creando espacio adicional para el maletero. También suelen denominarse rancheras.

La propia de cualquier vehículo que pueda circular a cielo abierto, aunque dentro de este tipo hay una subclasificación en función de cómo sea el techo: de lona, duro retráctil o desmontable, entre otros.

Se caracteriza por solo dejar libre la sección del techo situada sobre la cabeza de los ocupantes, por lo que su silueta se mantiene prácticamente intacta. Normalmente, el techo está formado por planchas y se desmonta de manera manual.

Uno de los formatos más raros de ver, pues es un descapotable que prescinde de parabrisas al uso, empleando normalmente un pequeño deflector. Esto obliga a que el piloto necesite al menos gafas para conducir, y normalmente también casco.

El tipo de carrocería de moda, caracterizada por una mayor altura que la del resto. Y, aunque ya no siempre sucede, con elementos distintivos como las protecciones inferiores de plástico, refuerzos centrales de metal y barras de techo. Cada vez son más diversas y ya es posible encontrar SUV cupés y crossovers.

Se trata de una carrocería menos estilizada que la de los SUV (por norma general) y más robusta, con características universales como una mayor distancia libre al suelo para lidiar con terrenos difíciles o las protecciones de los bajos para seguridad de los componentes mecánicos.