El Arkana es el primer modelo que lanza Renault desde que Luca de Meo accedió a su presidencia y el pionero entre los SUV de línea cupé de las marcas generalistas. Destaca por su imagen deportiva, no sacrifica el espacio interior y ofrece uno de los maleteros más grandes en su tamaño.
Y completa sus argumentos con una gama mecánica con tres versiones electrificadas que destacan por su bajo consumo y unos precios correctos. Sus tarifas hacen accesible a las familias medias españolas un tipo de carrocería hasta ahora solo disponible en las marcas premium: ya está a la venta en España desde 25.750 euros.
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El hermano deportivo del Kadjar
Con 4,56 metros de longitud el Renault Arkana mide siete centímetros más que su hermano el Kadjar y 18 más que el Seat Ateca, su rival local. Pero tiene solo 1,57 metros de altura, tres y cuatro centímetros menos que ellos. Y esas proporciones le proporcionan una silueta más baja, estilizada y deportiva que busca seducir a las familias jóvenes.
En el frontal del SUV de Renault destaca la parrilla en cuña, que integra los faros en los lados, y lleva también los nervios del capó muy marcados, que junto con las grandes tomas de aire de la base del parachoques definen un rostro deportivo. La receta se repite en el lateral con la caída del techo por detrás, y la zaga termina de definir una imagen moderna y atractiva.
Un interior amplio y un buen maletero
El diseño no penaliza la habitabilidad, y permite ofrecer unas plazas delanteras amplias y cómodas, y unas traseras con suficiente espacio para las piernas. Pero lo mejor es que la caída del techo no afecta a la altura disponible atrás y permite alojar adultos de más de 1,80 metros de estatura.
El Renault Arkana tiene también uno de los maleteros más grandes en su categoría, con 513 litros, que se quedan en 480 en la versión híbrida E-Tech. Además, permite cargar bultos de hasta dos metros de largo abatiendo los respaldos y añade una buena dotación de huecos para objetos con 26 litros más.
Presentación atractiva
La presentación interior del Renault Arkana es atractiva, con materiales y ajustes correctos, y una pantalla vertical de serie de siete pulgadas. Pero la puesta en escena resulta especialmente vistosa en el acabado RS Line, que incluye tapicería de cuero y Alcantara, pantalla de 9,3 pulgadas y revestimientos que imitan la fibra de carbono en el salpicadero, los paneles de las puertas y otros elementos.
Más cómodo que deportivo
La deportividad estética no se traslada a la conducción y en el Renault Arkana prima más el confort que la eficacia en curva. Así, equipa una suspensión más alta de lo habitual que eleva a 20 centímetros la altura libre al suelo, una ventaja si se va a hacer alguna incursión en pistas de tierra. Esta solución, unida a unos reglajes poco enérgicos, ayuda a que filtre mejor las irregularidades, pero en contrapartida aumenta las inercias y balanceos en zonas viradas.
Tres mecánicas electrificadas de bajo consumo
La gama del Renault Arkana incluye un motor 1.3 de gasolina y 140 CV con módulo microhíbrido (desde 25.750 euros), y hay también una versión híbrida autorrecargable E-Tech de 145 CV (27.100 euros) que llegará en junio. Los dos ofrecen prestaciones correctas y consumos muy bajos: 5,8 y 4,9 litros de media (WLTP), respectivamente. Además, en octubre llegará otra variante microhíbrida de 160 CV, que al igual que la de 140 CV irá asociado al cambio automático EDC7 de siete velocidades. Todos se ofrecen en tres acabados: Intens, Zen y RS Line.
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