Una de las novedades más importantes en la actual generación del Seat León ha sido la incorporación de la hibridación a la gama, ya sea mediante tecnología microhíbrida o en formato híbrido enchufable. Sin embargo, no es la primera vez que el popular compacto emplea mecánicas alternativas. Su predecesor ya disponía de versiones movidas por gas natural comprimido (GNC), una opción que ahora vuelve con la variante Seat León TGI.
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Esta versión del compacto emplea un sistema de propulsión con un motor 1.5 TGI de 130 CV que se puede asociar tanto a una caja de cambios manual de seis velocidades como a una automática DSG de siete. Puede funcionar tanto con gasolina como con GNC, aunque es este último el que tiene todo el protagonismo.
Esto se debe a que el compacto dispone de tres depósitos para el gas, que en total suman una capacidad de 17,3 kilos, mientras que para la gasolina el depósito solo tiene nueve. Empleando el GNC, el Seat León TGI adelanta una autonomía de 440 kilómetros, ya que homologa un gasto de combustible de entre 3,9 y 4,3 kilos cada 100 kilómetros (así como unas emisiones de CO2 de entre 107 y 118 g/km). El consumo y alcance usando la gasolina no se ha anunciado, pero dada la capacidad, su presencia está dirigida a un uso de emergencia cuando no hay posibilidad de repostar gas.
Entre las ventajas que presenta el gas está su coste, bastante inferior tanto al precio medio de la gasolina como al del diésel. Además, cuenta con la etiqueta ECO de la DGT y, dado que sus emisiones no llegan a los 120 g/km, también está exento del pago del impuesto de matriculación.
Todavía no se han desvelado los precios del Seat León TGI, pero sí que se ha confirmado que estará disponible con la carrocería compacta de cinco puertas y con la familiar Sportstourer, y que la mecánica se podrá combinar con los niveles de acabado Style, Xcellence y FR.
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