Ni siquiera una segunda oportunidad la ha salvado de una larga agonía. En 2012, Carlos Ghosn, el patrón de la entonces recién creada alianza Renault-Nissan, decidió rescatar del olvido la marca Datsun. El objetivo era repetir con la firma japonesa el éxito conseguido por Renault con su marca de bajo coste Dacia. Pero el resultado obtenido ha sido todo lo contrario.
Un año más tarde de que Ghosn comunicara esta decisión, Datsun resurgió como otra marca propia dentro de la estructura empresarial franco-nipona y lanzó el modelo Go, destinado al mercado asiático y más concretamente para competir con los numerosos utilitarios comercializados en la India y países de aquel entorno.
El siguiente paso previsto para relanzar Datsun contemplaba satisfacer la entonces creciente demanda en Rusia y reforzar las matriculaciones del superventas local Lada Granta, perteneciente a una marca incluida también en el conglomerado industrial de Renault.
Fracaso comercial y guerra
Pero la estrategia de introducir a Datsun en el mercado ruso no funcionó como se esperaba. La producción que se llevaba a cabo en la misma fábrica de Lada cesó en 2020. Mientras tanto, en Asia, los pobres resultados comerciales hicieron que Datsun fuera desapareciendo con discreción en diversos países.
Los resultados de 2021 supusieron un rotundo fracaso, ya que la marca solo consiguió matricular globalmente 7.000 vehículos. Por si fuera poco, la crítica situación bélica entre Ucrania y Rusia ha supuesto la puntilla definitiva para Datsun. Como consecuencia, los responsables de Nissan han eliminado de su organización empresarial a la marca japonesa, que cumplió un siglo en 2013.
Y es que los orígenes de la marca japonesa DAT (Dat Motorcar Co) hay que buscarlos en 1913, aunque su primer coche se comercializó en 1931 con el nombre de Datson. Dos años más tarde fue absorbida por Nissan, a la que pertenece desde entonces, y que le cambió su nombre por Datsun en 1958.
Los mejores momentos de Datsun llegaron precisamente a partir de entonces. En la década de los sesenta brilló con luz propia gracias a modelos que se hicieron muy populares en todo el mundo, como los recordados cupés deportivos 240, 260 y 280 Z.
En 1981 había vendido 20 millones de coches en 190 países, pero Nissan disolvió la marca cinco años después. Fue la primera muerte de Datsun, y la historia se repite ahora.
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Cuatro décadas informando sobre el mundo del motor y probando coches de todas las categorías. Después de trabajar en diversos medios especializados (Velocidad, Auto1, Solo Auto, Motor 16, Car and Driver, EcoMotor...), ahora en Prisa Media para seguir cubriendo la actualidad en plena revolución tecnológica del automóvil.