SM Tribute: homenaje a un clásico

DS cumple 10 años como marca independiente y lo celebra con un prototipo que rinde tributo al mítico Citroën SM.

DS SM Tribute

El DS SM Tribute reinterpreta el clásico.

Parece que fue ayer cuando DS se estableció como marca independiente de Citroën, pero la realidad es que ya ha pasado una década desde que se llevara a cabo el movimiento en 2014. Para celebrar la efeméride, la firma francesa rinde tributo a uno de los modelos más icónicos de su empresa matriz, el Citroën SM de los años 70.

Fue un modelo rupturista tanto por diseño como por tecnología, enfoque que ha querido recoger el SM Tribute, que trae esos atributos a la época actual en forma de un prototipo que, por el momento, no se sabe si derivará en un modelo de producción.

SM Tribute

Thierry Metroz, Director de Diseño de DS Automobiles, explica: “Estamos trabajando en los genes de nuestros modelos icónicos para alimentar nuestra investigación sobre la forma de los futuros modelos que llegarán a finales de la década. Queremos nutrir nuestro legado a través de nuestros íconos, que son el DS y el SM. De ahí sacamos nuestro compromiso con el diseño de vanguardia”.

El resultado ha sido un modelo vanguardista en el que se aprecian a simple vista las conexiones existentes con el modelo original.

Un diseño futurista con toques retro

La búsqueda de fidelidad respecto al SM llega hasta el punto de mantener unas proporciones prácticamente idénticas a las de éste: el Tribute tiene una longitud de 4,94 metros (+ 3 centímetros) y una altura de 1,34 metros (+ 2 centímetros).

Sin embargo, gana en presencia gracias a una anchura de 1,98 metros, 14 centímetros mayor. Además, también se ha variado su distancia libre al suelo, que se reduce en 3,5 centímetros para quedarse en 12, lo que busca mejorar su aerodinámica y eficiencia.

Su diseño es una reinterpretación en clave moderna, pero que conserva los rasgos más característicos del original.

Así, el frontal es muy afilado, sirviendo de punto de partida para un largo capó, un inclinado parabrisas y un techo que tiene una caída muy similar a la original, con un pilar C que replica de manera exacta la forma que tenía en el modelo de 1970.

Esto da lugar a un cuarto trasero inconfundible, también por la forma de la ventanilla lateral y, sobre todo, por la rueda trasera carenada, que va integrada dentro de la carrocería. Eso sí, en el nuevo vehículo deja a la vista la parte superior y cuenta con una tira LED que se extiende hasta los pilotos traseros.

El interior es la parte que luce una imagen más futurista, aunque los asientos tengan un formato vintage. Y es que el volante rectangular tiene la zona central conformada por una pantalla táctil, el cuadro de instrumentos digital ocupa la mitad del salpicadero y una enorme pantalla curva se extiende por toda la consola central.

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Mario Herráez

Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.

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