El objetivo de China en 2030 es exportar hasta ocho millones de coches. Según la consultora PwC, en 2025 el país asiático exportará 800.000 coches a Europa. Y en su amplio portfolio de países a los que llegarán todos estos coches está, por supuesto, España.
Pero estos vehículos deben superar un primer e importante hándicap: los productos chinos generan un cierto nivel de desconfianza entre los compradores. Pero… ¿tiene esto algún fundamento fiable?
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Los mitos relacionados con los coches chinos
- Falta de seguridad: hay un mito muy extendido sobre la poca seguridad que ofrecen los vehículos fabricados en aquel país. Sin embargo, varios modelos han obtenido buenas calificaciones en pruebas de seguridad internacionales.
- Mala calidad: es el mito más extendido sobre los productos procedentes de China, y también sobre sus coches. Pero muchos fabricantes han mejorado significativamente en términos de calidad, ya que utilizan los estándares utilizados por las marcas europeas, así que no se quedan muy atrás en este sentido.
- Copian hasta el diseño: Eso podía suceder con más asiduidad en el pasado y aunque a día de hoy todavía hay algunas marcas que copian descaradamente diseños europeos, la mayoría tiene sus propios diseños. Y es que, además, muchos diseñadores europeos de renombre ya están trabajando para fabricantes chinos.
- Postventa y repuestos: Aunque es verdad que en algunas marcas hay auténticos problemas de atención postventa y suministro de repuestos, seguramente debido al inesperado éxito que han sufrido; también es verdad que otras muchas han mejorado mucho en este sentido, incluso construyendo grandes naves de almacenamiento de repuestos en España, para dar servicio a las demandas de piezas que se puedan producir.
Las verdades sobre los coches chinos
- Precio competitivo: los coches chinos suelen ser más económicos que sus competidores de otras marcas, lo que los hace una opción atractiva para muchos consumidores. Aunque también es verdad que su equipamiento también está a una altura ya muy digna y el precio se ha elevado bastante, en algunas ocasiones llegando a superar a homólogos europeos.
- Calidad mejorada: las marcas chinas han invertido mucho tiempo y dinero en mejorar su tecnología y calidad, logrando mejoras significativas en poco tiempo y situándose, en muchos casos, al nivel de marcas europeas o japonesas.
- Innovación tecnológica: Muchas empresas chinas están a la vanguardia de la tecnología automotriz, especialmente en el sector de vehículos eléctricos así como en su principal elemento: la batería.
- Expansión global: los fabricantes de coches chinos están expandiendo su presencia globalmente a pasos acelerados, con estrategias muy agresivas de penetración en mercados internacionales.
- Variedad de modelos: Antes, el portfolio de las pocas marcas chinas que había en España era muy escaso. Ahora, con la masiva llegada de coches de ese país, el catálogo de cada marca ya incluye diversos modelos, además movidos con prácticamente todas las energías disponibles.
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